DEL PARAISO DEL FERROCARRIL AL INFIERNO DE LOS NARCOS
Solo el cementerio mantiene sus puertas abiertas
Por: Holguer Mariano Jara
Los años dorados y la decadencia de una ciudad con 300 mil habitantes, en su mayoría de migración interna, se reflejan en las abandonadas calles de la urbe; el miedo que se siente frente a las balas de los sicarios, el terror de niños y ancianos, que son obligados a vivir encerrados, mientras el cementerio mantiene sus puertas abiertas.
Durán, hospitalaria urbe guayasense, zona industrial por excelencia, brinda aposento a camaroneras, fábricas, negocios, urbanizaciones, muchas sin permiso de construcción y lo más notorio, una infraestructura sin arquitectura y planificación.
El gran crimen se apoderó de Durán, ciudad satélite en la provincia del Guayas, otrora bastión del ferrocarril ecuatoriano. El Alcalde de la ciudad, Luis Esteban Chonillo Breilh, vive al juego del gato y el ratón y su número telefónico cambia constantemente por las amenazas que recibe.
El gobierno acude en su ayuda, pero no es suficiente; mueve miles de militares, la ciudadanía busca escondites o escapa, porque Durán se convirtió en la bodega grande de la cocaína y solo queda luchar por sobrevivir, sí se puede.
La bronca por el territorio es evidente; Latin Kings y Chone Killers, desbordan la ciudad de miedo, sangre, desorden, fragmentación y desemboca en un infierno que arde y quema. Nada queda de la ciudad ferroviaria, el 70% de negocios cerró sus puertas por inseguridad y el 40% de la población abandonó sus casas para cuidar sus vidas y la criminalidad que bordea los 150 asesinatos por 100.000 habitantes, sólo deja huellas de dolor y rabia.
Los narcos borran las fronteras del crimen y fortalecen controles para convertirse en amos y señores de esta destruida ciudad; utilizan vehículos del cuerpo de bomberos para transportar las drogas, carros del cabildo para movilizar a los “narcos”, mientras desde la cárcel reclutan a funcionarios públicos para las mafias.
Grupos criminales del narcotráfico se infiltraron en el Municipio para agilizar los trámites del tráfico de tierras a su favor, para evitar obstáculos asesinaron al encargado de la legalización de tierras. Según la Secretaría de Asentamientos irregulares del Ecuador y la Superintendencia de Ordenamiento Territorial (SOT ) centenares de hectáreas de terrenos son controlados por el hampa y la ausencia de control estatal ha permitido que los grupos criminales se fortalezcan, mientras la extorsión y corrupción de funcionarios públicos sigue su marcha inexorable, Los grupos criminales en Durán, aprovechan la situación estratégica del puerto de Guayaquil, el principal punto de salida de droga desde Ecuador, para cometer sus fechorías.
DURAN DEL ESTALLIDO DEL PROGRESO AL SILENCIO DE LA MUERTE
La guerra de bandas extiende el miedo a otras zonas de la ciudad a cada minuto; hoy se ve menos gente en las calles, los pocos negocios que sobreviven cierran temprano, otros ya bajaron definitivamente sus puertas. La violencia impacta de frente en la vida de la gente. El comercio suma daños millonarios, muchos han perdido sus trabajos, mientras otros a sus padres o hijos.
Los niños no van a la escuela, los jóvenes de ambos sexos son reclutados en las bandas criminales y de víctimas pasan a victimarios. A estos jóvenes sé los conoce como “halcones”, pasan siempre vigilando las actividades de las personas que serán secuestradas o asesinadas. Reciben buenas remuneraciones económicas, visten ropa de marca, tienen lujos y extravagancias, sin embargo, sus padres pasan inadvertidos o no les interesa la suerte de sus hijos.
Lo cierto es que Durán amanece todos los días bajo el ruido de las balas. Fuertes ráfagas se escuchan desde diferentes sectores de la ciudad. No se sabe si son enfrentamientos entre grupos antagónicos o envían mensajes, de que algo peor está por venir en las próximas horas.
El eterno problema de Durán es la falta de agua potable, pésimo sistema de alcantarillado, total desaseo de la urbe, construcciones clandestinas, transporte público que se cae a pedazos y extremadamente peligroso, hospitales destartalados, sin universidad.
Durán es el municipio que concentra gran cantidad de pobres y los niveles más altos de violencia, razón de la apocalíptica situación que viven. Una ciudad desangrada, los vampiros del crimen organizado, dejan en la retina: extorsiones, secuestros, asesinatos, violaciones, masacres, cadáveres descuartizados, cuerpos mutilados.
¿MUNICIPIO CON OFICINAS PARALELAS ?
Históricamente, el poder en Durán se concentra en manos de élites políticas familiares. Alcaldes, concejales, directores departamentales han repartido los contratos de infraestructura, manipulando a su antojo las leyes, manoseando los registros, aunque algunos son actores criminales.
Los “patrones de la burocracia”, llenan de familiares y amigos las áreas estratégicas, muchos sobreviven los cambios en las administraciones municipales, ese es el acuerdo con los dirigentes del Sindicato de Trabajadores Municipales, quienes actúan como operadores importantes para las redes criminales incrustadas en la institución.
En Obras Públicas se reparten los contratos, los traficantes de tierras tienen cargos en la Dirección de Planeamiento, Ordenamiento y terrenos, mientras en el Registro de la Propiedad, ayudan a los criminales a regular el desarrollo, zonificación y títulos de las tierras.
El alcalde Chonillo se sorprendió, tras enterarse que el presidente Daniel Noboa, anunció el hallazgo de una “oficina paralela” del Municipio de Durán en el sector de Fincas Delia. ¿Pero cuál es la sorpresa? En Durán todos lo saben, hasta un ciego, sordo y mudo.
Entre los documentos hallados están actas con el logo de la administración pasada, pero no se descarta que aparezcan documentos con los distintivos actuales. El Municipio actualmente tiene un sistema de gestión documental que les permite tener la trazabilidad de cada trámite.
Al parecer y por opinión del Alcalde, se estaría cometiendo el delito de usurpación de identidad en la oficina clandestina o paralela del Municipio, encontrada en el sector de Fincas Delia.
La violencia en la ciudad del ex-ferrocarril llega al extremo: los militares cuidan los hospitales, porque los asesinos a sueldo siguen a sus víctimas hasta al baño, los quirófanos o consultorios. Durán se convirtió en territorio de guerra, porque ahora más fácil es morir, que sobrevivir, sin embargo, Chonillo asegura que no piensa huir para evadir responsabilidades.