TERMINÓ EL RECREO
Por: David G. Samaniego T
Nos estamos despeñando de manera abrupta y violenta, entre aplausos y carcajadas, sin omitir inculpaciones al margen de toda lógica y veracidad. Nos resistimos a pensar en nuestro Ecuador, en la patria de nuestros mayores. Hoy perseguimos universos inventados fuera de nuestras fronteras. Odiamos la investigación y la discusión fundamentada. Declaramos de memoria consignas que rompen toda lógica y quiebran principios morales. Todo esto pasa mientras en apariencia Ecuador sigue su marcha en alegre algarabía.
En octubre del 2025, Deo favente, seré nonagenario. Tengo sobre mis espaldas décadas de haber conocido el mundo, de haber entendido las normas y leyes, de haber sido maestro en diversas instituciones educativas y de haberme dedicado a servir, a ser útil a la comunidad, a buscar la verdad y también a comunicar mis ideas a través de la prensa.
En este ir y venir de los caminos me encontré muy a menudo con gente que cada día quería ser mejor, que se hacían de metas y programas para trabajarlos para convertir a sus hijos en gente productiva, sana y valiente. Hoy ellos viven sus años dorados, cosechan algo de lo sembrado.
Me he preguntado sobre las posibles causas que condujeron a nuestro pueblo al sometimiento banal a caudillos dueños de negocios turbios; a la creación de bandas, al odio al trabajo, al pillaje y al atropello planificado y sistemático de los valores humanos. Es hora de salir a las calles y gritar con fuerza: SE ACABÓ EL RECREO, BORRA Y VA DE NUEVO.
Lo digo con optimismo porque los buenos somos más. Son dos consignas que pretenden un mismo objetivo. -BORRA Y VA DE NUEVO. Necesitamos grupos de trabajo para analizar todo aquello de dañino que hemos asimilado y que ha corrompido nuestras costumbres y terminado con nuestros valores. Todo lo perjudicial para nuestra vida ciudadana debe ser borrado para empezar a reescribir lo antiguo bueno y lo nuevo indispensable y sano. Gritemos borra y va de nuevo a sabiendas de que conlleva un trabajo consciente y arduo sobre una decisión de país de retomar las riendas de nuestro destino.
-SE ACABÓ EL RECREO. Es importante analizar aquello que implica, en el contexto, esta frase. Es hora de sentarse a pensar, hora de terminar con la abulia y la complicidad, de regresar a nuestras leyes y costumbres, a sentirnos ecuatorianos cobijados por una misma bandera. ¡Busquemos quien las enarbole!