El brasileño Roberto Carlos inicia muy activo el 2025
Un ídolo eterno estará en Ecuador
El brasileño Roberto Carlos, uno de los artistas más destacados y queridos del mundo, regresa nuevamente a Ecuador luego de diez años de su última visita. El ‘Rey de la Música Romántica’ ofrecerá un concierto inolvidable el próximo 26 de febrero de 2025 en el Coliseo General Rumiñahui, en Quito.
Con una carrera de más de seis décadas, Roberto Carlos ha cautivado a generaciones con su estilo único, letras emotivas y una voz que ha marcado la historia de la música en español y portugués.
Es ganador de varios premios internacionales, entre ellos un Grammy y un Grammy Latino a la Trayectoria; por tal motivo, el artista brasileño ha vendido más de 140 millones de discos en todo el mundo, consolidándose como uno de los más grandes exponentes del género romántico.
El concierto promete un recorrido por los grandes éxitos que han marcado su ilustre carrera, como “Amada amante”, “Lady Laura” y “Amigo”, además de joyas de su repertorio reciente. Los asistentes podrán vivir una noche cargada de emociones que solo un artista de su calibre puede ofrecer.
Muy activo
Pasaron décadas y décadas de historia musical aquella “joven guardia” de los años 60 hasta este “rey” maduro, octogenario, de vuelta de todo que, con su traje de un blanco impecable, se ríe con soltura de sí mismo y maneja el escenario a su antojo. Rompió todos los récords del negocio que podrían caberle a un artista latino con cifras que se cuentan por millones y, con sus 83 años intensamente vividos, conserva el entusiasmo de salir de gira -viene de Paraguay y luego de la Argentina lo esperan actuaciones en su país, en Ecuador, Colombia y en México- y hasta de subir a un crucero para hacer shows exclusivos para sus pasajeros. Sonríe y se emociona para un Movistar Arena repleto que, aunque tiene un público mayoritariamente adulto y femenino, deja ver a algunos jóvenes y, por supuesto, unos cuantos señores.
Lo acompaña, como siempre, una banda algo convencional es su estilo, un poco “cafón” -podrían decir en Brasil-, en el que un director sin batuta es además el pianista y el conductor de otros doce músicos, entre caños, batería, guitarras, bajo, teclados y coristas. Un grupo que, también debe decirse, exhibe una solidez profesional a prueba de cualquier cuestionamiento.
Repertorio conocido
El concierto es eso, mucho más que un show. Porque Roberto Carlos es un artista “de antes” y tiene marcada a fuego la idea del recital, en el que las canciones, lo que dicen con sus melodías y sus letras, el modo en que se presentan, su manera de cantarlas, están por encima de todo lo demás. Por eso, nadie se distrae con las luces ni con los efectos ni con innecesarios derroches técnicos.
El protagonismo está, sin discusión, en su voz, que se mantiene afinada y fresca y, sobre todo, en un repertorio constituido por una veintena de canciones entre las que, en su amplísima mayoría, podrían ser cantadas -o al menos tarareadas- por cualquiera aun sin recordar a quien pertenecen.
Es que Roberto Carlos Braga Moreira, este señor oriundo del estado de Espíritu Santo, llegado a este mundo en abril de 1941, que ha pasado y resistido una serie de duros desafíos de la vida, está entre los más grandes productores de hits de la música popular del siglo XX. Y muchas de esas canciones conservan una vigencia que no puede discutirse.
Y ahora lo disfrutará Ecuador tras diez años de ausencia.