Alerta por un asteroide que podría estrellarse contra la Tierra
De concretarse, produciría una reducción global de hasta 4 grados centígrados, una disminución de las precipitaciones y un “invierno de impacto” que po-dría durar hasta cuatro años.
Un asteroide de aproximadamente 500 metros podría impactar la Tierra lo que provocaría sequía y una drástica caída de temperaturas. La NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) ya lo están investigando.
Según los expertos, la probabilidad de impacto es baja, apenas un 1,5%, pero suficiente para encender las alarmas en la comunidad científica. De confirmarse el choque, los efectos serían devastadores: una reducción global de temperaturas de hasta 4 grados centígrados, una disminución del 15% en las precipitaciones y un “invierno de impacto” que podría durar hasta cuatro años.
Un estudio publicado en la revista Science Advances y dirigido por el Centro de Física del Clima del Instituto de Ciencias Básicas de la Universidad Nacional de Pusan (Corea del Sur) modeló los efectos climáticos y ecológicos de la colisión de un asteroide de tamaño similar al de 2024 YR4.
Según las simulaciones, el impacto de un cuerpo de estas dimensiones liberaría entre 100 y 400 millones de toneladas de polvo en la atmósfera, oscureciendo el cielo y limitando la llegada de luz solar. Esto afectaría gravemente la fotosíntesis, reduciéndola entre un 20% y un 30%, y tendría un impacto negativo en la seguridad alimentaria mundial. En los ecosistemas terrestres, la productividad podría caer hasta un 36%, mientras que en los marinos la reducción alcanzaría el 25%.
Otra consecuencia sería la pérdida del 32% de la capa de ozono, lo que aumentaría la exposición a la radiación ultravioleta. Sin embargo, los científicos también observaron que el hierro liberado por el asteroide podría favorecer el crecimiento del plancton (conjunto de organismos animales y vegetales, generalmente diminutos, que flotan y son desplazados pasivamente en aguas saladas o dulces) en algunas regiones oceánicas, especialmente en el Pacífico ecuatorial oriental y el océano Antártico.
Los expertos advierten que el estudio no contempla otros efectos colaterales, como los incendios forestales y las emisiones de hollín y azufre, que podrían intensificar el enfriamiento global.
A lo largo de la historia, impactos similares han provocado cambios climáticos drásticos, como el que extinguió a los dinosaurios hace 66 millones de años.