Ecuador decide su futuro en la segunda vuelta Noboa y González piensan ya en las nuevas estrategias y adhesiones
Por: Holguer Mariano Jara
Desde Quito para Ecuador News
La alegría limitada por el triunfo y las lágrimas ante la incertidumbre del futuro de Ecuador, son las notas destacadas luego del proceso electoral. Unos creen que definitivamente nos hundimos y cavamos nuestra propia tumba, mientras otros sueñan, todavía, con un país de progreso y seguridad.
Miles de votantes salieron a festejar por las calles, lo que cada uno de los candidatos finalistas calificaron como un “triunfo” su mínima victoria en las urnas electorales o el segundo lugar, forzando a una segunda vuelta.
Noboa, vendió en la etapa preelectoral que ganaría en “una sola vuelta”. Pero, no siempre llegar primero, significa ganar, porque si analizamos realmente lo ocurrido, el presidente candidato cometió muchos errores que le costaron una verdadera victoria y su reelección inmediata.
Aferrarse a no encargar la presidencia, fue lo más notable y caro que pagó en las urnas, no asistir a entrevistas en muchos medios de comunicación, no dar declaraciones sobre determinadas acciones de interés que se produjeron en el país, el rechazo al diálogo con la vicepresidenta Verónica Abad, no hacer campaña durante el período establecido por el CNE, ser un extremado triunfador y confiado excesivamente en el trabajo que deben hacer otros y no él a título personal.
Perdió Noboa, ganó Iza y Luisa, pese a la resistencia de la ciudadanía. Ahora deben buscar alianzas, especialmente con Pachacutick, aunque su máximo líder Leónidas Iza, aseguró que los votos no son endosables y que primero habrá diálogo. Andrea González, por su parte, negó todo dialogo con Luisa y seguramente apoyará al Presidente Noboa.
Los 13 candidatos que juntos no alcanzan 2 puntos de votaciones, no son nada apetecible para los candidatos finalistas, pero deberán trabajar para que los indecisos puedan adherirse a su proyecto político y sumen votos para su anhelado triunfo.
NOBOA GANO EN EL EXTERIOR, PERO PERDIO EN LA COSTA
Pese a la euforia de los simpatizantes del correísmo y noboístas, analistas internacionales especulan que los resultados colocan a la nación suramericana, frente a un futuro incierto y potencialmente tumultuoso. El equipo ganador de unas elecciones imposibles, los celebraron con cantos, risas y bailes. El mensaje de la vieja política caló muy poco, los ecuatorianos optaron por una segunda vuelta, de derecha a izquierda, o de izquierda a derecha o de tranquilidad a prepotencia.
La costa ecuatoriana, se vistió de correísmo, demostró que el cacique Correa es alguien que no se puede olvidar fácilmente.
Luisa González ha conseguido lo más fácil en Ecuador, llegar a la segunda vuelta, hoy le toca la tarea más difícil, convencer a un electorado desencantado, desconfiado, introvertido, inseguro y dispuesto a cambiar su decisión cuando le venga en gana.
En abril será la segunda vuelta, tienen tiempo ambos para dejar a un lado los insultos, amenazas, mentiras y dar a conocer las verdaderas propuestas que tienen para beneficio del pueblo ecuatoriano.
Los jóvenes indignados dan un cheque en blanco a los dos candidatos que deberá hacerse efectivo en abril en las urnas electorales. Esperemos obviamente que los apagones no retornen en vísperas de las votaciones y de eso se aproveche el correísmo, para encender la luz e ingresar a Carondelet por la negligencia del gobierno.
El estrecho margen a favor de Noboa refleja el pésimo trabajo en la campaña electoral, aunque se debe reconocer que en el 2.023 sólo alcanzó un 20% de la votación en la primera vuelta y hoy llega a un 44%, pero que no es suficiente para ganar.
Una cosa parecida ocurrió con Luisa González, su techo de votación venía en un 30% y hoy llega a 43%, demostrando una excelente actividad proselitista, que sin embargo no le asegura el triunfo para asumir la Presidencia de la República.
La Asamblea Nacional estará conformada por dos mayorías simples, pero cualquiera de ellas según los acuerdos o componendas, podría lograr una mayoría absoluta y manejar el poder legislativo a su antojo e interés. Nada se proyecta fácil para el nuevo Presidente, en esa virtud el pueblo debe reflexionar seriamente antes de emitir su voto, en un país con una economía hecha añicos, con una de las tasas de inseguridad más altas del mundo.