Nuevas alianzas y el ‘respaldo’ de Trump: La campaña electoral en Ecuador en la recta final

Ya está todo dicho, los dos candidatos han expuesto a los electores sus programas de gobierno, han recorrido el país y algunos puntos del exterior, han debatido y han “peleado’. El próximo domingo 13 de abril los ecuatorianos decidiremos entre extenderle el mandato a Daniel Noboa, o permitirle gobernar a Luisa González.
Análisis de Ociel Alí López
La revancha presidencial ecuatoriana entró en la recta final con variantes de peso que ingresaron a la palestra el pasado fin de semana y que poseen el peso suficiente como para inclinar la balanza en uno u otro lado, después del «empate técnico» ocurrido en la primera vuelta del 9 de febrero.
Más que nuevas fuerzas políticas, éstas que se adicionan reconfiguran el campo estratégico donde se prepara la colosal batalla electoral del próximo 13 de abril.
Trump en la campaña ecuatoriana
La reunión privada de hace dos semanas entre el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, y el mandatario de EE.UU., Donald Trump, en Mar-a-Lago, aunque marcada por la discreción por parte del segundo, sugiere que la figura del magnate entró en la campaña ecuatoriana y también se pondrá a prueba el 13 de abril.
Trump no tendió alfombra roja a Noboa, tampoco lo ensalzó como líder, ni quizo entrar en la campaña. La reunión no ascendió a acto oficial y la Casa Blanca no dijo nada al respecto. Sin embargo, la simple foto entre ambos y la primera dama ecuatoriana, Lavinia Valbonesi, permiten al mandatario latinoamericano sentirse respaldado, lo que aprovecha para prometer que los migrantes ecuatorianos no serán deportados o incluidos en listas negras por parte de la administración de EE.UU., quien nunca confirmó este anuncio.
Quizás no como quería, pero sí se puede concluir que Noboa logró su objetivo: meter a Trump en la pugna comicial y pronto habrá que evaluar el resultado. Es probable que los sectores migrantes, que rondan el millón en EE.UU., y sus familiares que se benefician de las remesas, se sientan más seguros con un aliado trumpista en Carondelet, aunque también podría provocar un efecto contrario.
A cambio, la «donación» de la base de Manta al Ejército estadounidense y su nueva ampliación anunciada por Quito, genera una alineación geopolítica.
Trump no tendió alfombra roja a Noboa, tampoco lo ensalzó como líder, ni quizo entrar en la campaña. La reunión no ascendió a acto oficial.
A las claras, esta foto con Trump entusiasmará a los electores más duros e ideologizados del «anticorreísmo», es decir al conservadurismo ecuatoriano. Sin embargo, también podría afectar a los seguidores moderados de Noboa que si bien han votado contra el correísmo, no se alistan en la matriz trumpista. Esto, recordando que el joven empresario ganó en 2023 declarándose de «centroizquierda».
La utilización de la figura del presidente de EE.UU. puede generar también que los sectores moderados y de izquierda que están fuera del espectro correísta, pongan en pausa sus contradicciones con la Revolución Ciudadana y convergan en la figura de Luisa González para enfrentar la escalada derechista.
No por casualidad, la foto del sábado fue contestada por los adversarios de Noboa, apenas el día después, con la firma de un acuerdo inédito entre el movimiento indígena y la candidata Luisa González, en la simbólica provincia de Chimborazo.
Nueva articulación de izquierda
La imagen en cuestión también viene a hacer contrapeso al periplo que hizo Luisa González hace un mes y que la llevó a visitar a los presidentes de Brasil y Uruguay, Luiz Inácio Lula da Silva y Yamandú Orsi; además del histórico líder y exmandatario uruguayo José ‘Pepe’ Mujica y corrobora la importancia que le dan factores internacionales a la elección.
Por otra parte, el partido Pachakutik, el brazo político de la poderosa Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie) que logró más de 538.000 votos (5,2 %), y el Partido Socialista Ecuatoriano que consiguió 53.940 votos (0,5 %), se sumaron a un conjunto de movimientos sociales que declararon el apoyo a Luisa González, superando por primera vez su histórica diatriba con el correísmo.
Este caudal puede ser decisivo si recordamos que la diferencia entre ambos candidatos no llegó a los 20.000 votos en la primera vuelta.
La nueva alianza termina reconfigurando a la izquierda y al progresismo ecuatoriano en una especie de frente «antiderechista».
En tanto, como lo dijo el líder indígena Leonidas Iza, no se trata de un «cheque en blanco» a la candidata, sino un «acuerdo programático», es decir, un mapa general de actuación para un futuro gobierno que, si quiere mantener la unión tendrá que respetar unas «líneas rojas» relacionadas con el tema de la minería, la promoción de consultas, la condonación de deuda a sectores populares, el rechazo a una asamblea constituyente como la que plantea Noboa, entre otras demandas de los movimientos sociales.
Este nuevo escenario para la izquierda podría significar no solo la reoxigenación del correísmo que viene de perder dos presidenciales, sino la conformación de una unidad política que garantice la estabilidad de un hipotético nuevo gobierno progresista, que requerirá bases amplias de apoyo en medio de una profunda crisis de seguridad que azota al país.
Cuando quedan menos de una semana para la realización de los comicios, las tensiones suben a lo interno y también en las miradas desde el exterior. El que viene será un choque histórico que develará el sentido que está llevando la región en estos nuevos tiempos.
Noboa y González están en empate técnico a pocos días de la votación
El presidente de Ecuador y candidato a la reelección, Daniel Noboa, y la candidata del correísmo, Luisa González, están en empate técnico a pocos días de la celebración de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, según una encuesta publicada a finales de la semana anterior, que le da una pequeña ventaja a González de entre 0,4 y 0,5 puntos. La información es recogida por la agencia de noticias EFE.
El sondeo de la firma Comunicaliza da un 50,3 % de votos válidos para González frente a un 49,7 % para Noboa, con un margen de error en el sondeo del 1,42 %.
En votos emitidos, la candidata de la Revolución Ciudadana (RC), el partido que tiene como líder al expresidente Rafael Correa (2007-2017) obtiene el 41,5 %, y el candidato y líder de Acción Democrática Nacional (ADN) recibe 41,1 %, mientras que los votos blancos y nulos son un 8 % y los indecisos todavía se sitúan en 9,5 %.
La encuesta se realizó entre el 2 y 3 de abril a través de internet a 4.763 personas mayores de 16 años de las veinticuatro provincias del país, con un margen de error del 1,42 % y un nivel de confianza del 95 %.
Desde este viernes ya no pueden publicarse nuevas encuestas hasta una vez finalizada la votación que tendrá lugar el domingo 13 de abril, de acuerdo a la normativa electoral ecuatoriana, que solo permite difundir sondeos hasta diez días antes del sufragio.
En la primera vuelta, celebrada el 9 de febrero, Noboa obtuvo el 44,15 % de los votos válidos y González recibió el 44 %, con una diferencia entre ambos de menos de 17.000 votos.
Los dos finalistas de la contienda presidencial aglutinaron más del 88 % de los votos válidos, lo que reflejó una gran división y polarización en Ecuador entre estos dos candidatos, dentro de una papeleta donde había otras catorce opciones.
Al término de la primera vuelta, tanto Noboa como González denunciaron, sin aportar pruebas, presuntas irregularidades que no fueron respaldadas por las misiones internacionales de observación electoral de la Unión Europea (UE) y de la Organización de Estados Americanos (OEA), quienes concluyeron que no había indicios que invitaran a pensar en un fraude.
Para este balotaje, el actual mandatario ha anticipado que reconocerá una eventual derrota si no hay sospecha alguna de fraude, mientras que González ha acusado al Consejo Nacional Electoral (CNE) de estar al servicio de Noboa y ha anticipado que movilizarán a sus simpatizantes para reclamar que abren 44.000 urnas si hace falta.
Más de 13,7 millones de ecuatorianos están convocados a las urnas el 13 de abril para decidir si reeligen a Noboa para un mandato completo (2025-2029) o devuelven al correísmo de la oposición al poder, lo que convertiría a González en la primera mujer de la historia de Ecuador en ganar unas elecciones presidenciales.