Así viven los papas en el Vaticano: residencias, estilos de vida y salarios

Con información de Livia Borghese y José Levy de CNN.
Desde hace siglos, los papas han residido dentro de los muros de la Ciudad del Vaticano, el pequeño Estado independiente enclavado en el corazón de Roma, donde también se encuentra la majestuosa Basílica de San Pedro.
Históricamente, los papas han vivido en el Palacio Apostólico, una residencia oficial desde 1870. Este edificio, de arquitectura imponente y decoración suntuosa, fue el hogar de los pontífices desde Pío IX hasta Benedicto XVI, quien también vivió en la Mater Ecclesiae, el monasterio en el corazón de los Jardines Vaticanos, durante casi diez años luego de abdicar como papa. Aunque la mayor parte del complejo del palacio está cerrada al público, algunas secciones se pueden visitar.
Sin embargo, el papa Francisco rompió con la tradición. Aunque su figura fue una de las más influyentes del mundo, Francisco eligió vivir su papado de forma austera. Desde su elección en 2013, eligió vivir en la residencia Santa Marta, un hospedaje más modesto dentro del Vaticano, en lugar del Palacio Apostólico.
Según relató en una entrevista con la Radiotelevisión Suiza, la decisión fue tomada apenas dos días después de su elección. “(Al pasar por allí) la sensación que tuve fue como la de un embudo al revés. Psicológicamente no puedo tolerarlo”, explicó. Al pasar por Santa Marta, vio una habitación disponible y decidió quedarse allí.
Más tarde, en una carta a un sacerdote argentino, el papa detalló cómo su vida en Santa Marta lo mantiene más conectado con la gente: “Estoy a la vista de la gente y hago la vida normal: misa pública a la mañana, como en el comedor con todos, etc. Esto me hace bien y evita que quede aislado”.
Incluso, años más tarde validó su decisión en una entrevista concedida a Televisa, en la que reflexionó que si vivera en el palacio, no hubiera “tolerado esa soledad”.
“Venir aquí (a Santa Marta), comer en el comedor, donde está toda la gente, tener la misa esa donde cuatro días a la semana viene gente de afuera, de las parroquias, me da un poquitito de holgura espiritual. Me gusta mucho eso”, dijo el papa.
Tras su fallecimiento, se llevó a cabo el rito de la constatación de la muerte y la colocación en el féretro del cuerpo, y sellaron el apartamento en el que residía.
También, los papas cuentan con una residencia de verano, que es el palacio apostólico de Castel Gandolfo, que se encuentra a 25 kilómetros de Roma, junto al lago Albano. En 2016, el papa permitió que el público ingresara a 20 habitaciones nunca antes vistas, incluyendo una biblioteca privada, un estudio, una capilla y un dormitorio.
Sin salario ni derroches
En el documental Amén. Francisco Responde, producido por Disney+, el sumo pontífice reveló que los papas no reciben un salario, al menos mientras ejercen el cargo. “Cuando necesito plata para comprarme zapatos o algo así, voy y la pido (a la Santa Sede). Yo no tengo sueldo”, explicó, con naturalidad. Afirmó que su estilo de vida se asemeja al de un “empleado de medio nivel”, y que prefiere no generar gastos innecesarios al Vaticano.
De todos modos, Francisco también detalló que, cuando una organización necesita fondos, es él mismo quien los anima a solicitar ayuda directamente al Vaticano: “¡Vos pedí, que acá adentro todos roban! Así que sé yo dónde se puede robar y te mando el dinero”, bromeó, en tono irónico, para subrayar su compromiso con las causas solidarias.
En cuanto a los salarios del resto del clero, la Santa Sede nunca ha publicado cifras oficiales. Sin embargo, varios medios italianos han reportado que los cardenales tienen una remuneración que varía entre los 4.500 y los 5.000 euros al mes, mientras que un obispo o arzobispo jefe de un dicasterio recibe entre 3.000 y 4.000 euros.
Sin embargo, en 2021, el papa ordenó una reducción del 10 % en los sueldos de cardenales, como parte de una estrategia para enfrentar el déficit económico que atravesaba el Vaticano, agravado por la pandemia de covid-19. También se aplicaron recortes del 8 % en los sueldos de jefes y secretarios de dicasterios, y del 3 % para otros clérigos y religiosos.
Luis XIV podrá decidir si retoma la tradición de vivir en el Palacio Apostólico o si elige otra residencia dentro del Vaticano. También tendrá la posibilidad de definir su propia forma de gestionar los recursos y marcar el tono de su pontificado en cuanto al estilo de vida.
Las habitaciones de Francisco fueron selladas, pasará un tiempo antes de ser reabiertas y analizados sus documentos íntimos.
La habitación de Francisco fue de humildad extrema. Otros Papas han sido un poco más exigentes. Esperemos qué decide León XIV.