Marco Rubio habla de cooperación y lucha contra los cárteles en Ecuador

Por Edward Wong*
El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, dijo el jueves de la semana anterior en Ecuador, que el gobierno de Donald Trump quiere ayudar a los gobiernos socios a organizar ataques violentos contra grupos delictivos, siguiendo la estrategia que el ejército estadounidense utilizó esta semana para llevar a cabo un ataque letal contra un barco en el Caribe.
“Esos gobiernos nos ayudarán a encontrar y destruir a esas personas”, dijo en una conferencia de prensa en Ecuador. “Quizá ellos mismos lo hagan y nosotros les ayudaremos a hacerlo”.
Rubio hizo sus comentarios a los periodistas en el palacio presidencial de Quito, junto a Gabriela Sommerfeld, ministra de Relaciones Exteriores del país. Previamente, Rubio mantuvo conversaciones privadas con Sommerfeld y con el presidente Daniel Noboa, un empresario conservador que fue reelegido en abril tras un mandato parcial.
Rubio dijo que el Departamento de Estado designaría a dos grupos delictivos que operan en Ecuador, Los Lobos y Los Choneros, como organizaciones terroristas extranjeras, lo que le otorga al gobierno estadounidense un mayor poder para imponer sanciones económicas a las personas que estén vinculadas a ellos. Añadió que es probable que pronto se designen más grupos.
Con Rubio, el Departamento de Estado ya ha designado a varios grupos delictivos mexicanos y venezolanos como organizaciones terroristas extranjeras. El gobierno de Trump ha dicho que la embarcación que Estados Unidos atacó era utilizada por el Tren de Aragua, un grupo criminal de Venezuela que se encuentra entre aquellos designados por el Departamento de Estado. El gobierno señaló que habían muerto 11 personas que iban a bordo.
Rubio también dijo el jueves que el Departamento de Estado destinaría 13,7 millones de dólares adicionales para ayudar a combatir el narcotráfico y otros delitos, y que la agencia gastaría 6 millones de dólares en equipos de drones para Ecuador. Los dos países también están negociando los términos de un posible nuevo tratado de extradición. “No se puede tener prosperidad económica sin estabilidad, y no se puede tener estabilidad sin seguridad”, dijo Rubio, añadiendo que las empresas estadounidenses se mostrarían reacias a invertir en Ecuador si su índice de delincuencia no disminuía.
Además de los grupos delictivos y la violencia, Rubio y su equipo llegaron con la intención de hablar de la deportación de migrantes de Estados Unidos a Ecuador, incluyendo a algunos que no sean ciudadanos del país. Los funcionarios estadounidenses también han estado presionando a Ecuador para que corte algunos de sus lazos económicos con China, que son cada vez mayores. Rubio dijo que esperaba que Estados Unidos y Ecuador anunciaran un nuevo acuerdo comercial en el plazo de unas semanas. Estados Unidos es el mayor socio comercial de Ecuador.
El reto para algunos líderes latinoamericanos al tratar con el presidente Trump es encontrar un equilibrio entre colaborar con Estados Unidos en asuntos de seguridad y al mismo tiempo tranquilizar a sus ciudadanos, asegurándoles que no se están convirtiendo en títeres de ese país.
Sommerfeld afirmó que Ecuador estaba abierto a las nuevas áreas de mayor cooperación en materia de seguridad con Estados Unidos, incluyendo el combate al narcotráfico, el lavado de dinero y la minería ilegal. Ecuador también aceptaría deportados de Estados Unidos que no fueran ciudadanos del país, dijo Sommerfeld, pero añadió que se haría “con un derecho a veto por parte del Ecuador para personas que no sean de nuestro interés”.
El ataque estadounidense al barco en el Caribe ha servido como un contundente telón de fondo para el viaje de Rubio por Latinoamérica esta semana, su tercero como secretario de Estado.
Los funcionarios de Trump, incluyendo a Rubio, han dejado claro que el ataque fue el inicio de una guerra que el gobierno está deseoso de librar. Buscan poner a los cárteles en alerta y enviarle un mensaje a los gobiernos de la región que Estados Unidos acusa de no hacer lo suficiente para frenar a los grupos criminales.
Rubio no respondió a la pregunta de una persona de la prensa sobre si el gobierno de Trump tenía un fundamento legal para el ataque al barco. El gobierno de Trump no ha presentado una justificación jurídica. Rubio se ha limitado a decir que el barco y las personas que iban en él representaban una amenaza directa para Estados Unidos, lo cual era motivo suficiente para llevar a cabo el ataque.
El ministro de Relaciones Interiores de Venezuela, Diosdado Cabello, acusó a Estados Unidos de cometer ejecuciones extrajudiciales.
“Asesinaron a 11 personas sin fórmula de juicio”, dijo en un programa semanal de televisión mientras Rubio se encontraba en Ecuador. “Pregunto yo si eso se puede hacer”.
Edward Wong cubre los asuntos globales, las políticas internacionales estadounidenses y el Departamento de Estado para el Times.