Identifican a los ocho quiteños hallados sin vida y apilados en una zona rural
Salieron de Quito a disfrutar el feriado, hacia Santo Domingo de los Tsáchilas… y terminaron siendo parte de una dolorosa escena.
Información El Extra
El terror se apoderó del cantón Buena Fe, en la provincia de Los Ríos. Detrás de un centro infantil en el recinto Los Amazu fueron hallados ocho cadáveres apilados: cuatro hombres y cuatro mujeres, entre ellos un adolescente. La escena, espeluznante, dejó sin aliento a los moradores, quienes no recuerdan algo similar en la zona.
Según la Policía, todas las víctimas estaban reportadas como desaparecidas, y los cuerpos fueron abandonados durante la madrugada del lunes 13 de octubre de 2025. “Una camioneta llegó a dejar los cuerpos. No era de la zona”, relató el jefe policial de Buena Fe, Mauricio Maya, quien participó en el levantamiento de los cadáveres.
Identificaron a víctimas halladas apiladas
Las víctimas fueron identificadas como Muro Julián Robalino Toscano (25 años), Edgar Bladimir Quiñones González (39), Martha Jacqueline Cumbal Cruz (42), Jacqueline Marilin Cruz Cruz (61), Daniela Darlen Espinoza Cumbal (23), Luis Andrés Landeta Mancero (31), Karen Estefanía Cumbal Cruz (34) y el adolescente de 17 años.
Los fallecidos residían en la capital ecuatoriana
De acuerdo con las primeras investigaciones, los fallecidos vivían en Quito y habrían viajado a la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas para pasar el feriado. Allí fueron secuestradas 12 personas en total. Ocho de ellas terminaron asesinadas y las otras cuatro continúan desaparecidas.
“Estamos coordinando con unidades especializadas en esa localidad para conocer cómo ocurrieron estos hechos violentos”, indicó Maya.
Los cuerpos fueron hallados amarrados con cinta de embalaje, correas plásticas y cabos. Tres de las víctimas registraban antecedentes penales por tráfico de drogas, reveló el oficial.
Traslado a la morgue
de Quevedo
Los cadáveres fueron trasladados al Centro Forense de Quevedo, otro cantón de la provincia de Los Ríos, donde sus familiares debían realizar los trámites legales para retirarlos y poder llevarlos a su lugar de origen: la capital ecuatoriana. Mientras tanto, la Policía Nacional intenta reconstruir lo que pasó en las últimas horas de vida de las víctimas y el paradero de los cuatro desaparecidos restantes.



