CIEN AÑOS PARA BOGAR ADONDE ESTAMOS

por Ecuador News · 29 noviembre, 2018

A cien años del fin de la Gran Guerra (I) parece que el panorama mundial comienza a aclararse. Y lo aclara nada menos que Donald Trump, cuando critica a Macron.
Escribe: “El Presidente Macron de Francia ha propuesto que Europa construya su propio ejército para proteger a Europa contra EEUU, China y Rusia.
Muy insultante, pero quizás Europa deba pagar primero la cuota que le corresponde de la OTAN… Sin embargo, fue Alemania la que estuvo detrás de la Primera y la Segunda Guerra Mundial.
¿Cómo resultó eso para Francia? Ellos habían empezado a estudiar alemán en París antes de que EEUU se presentare.” Se burla de que Macron tenga tan baja aprobación del electorado francés, apenas un 25%, y un alto desempleo, de casi el 10%, reconoce que “no hay un país más nacionalista que Francia, gente muy orgullosa y con razón”, le aconseja: “Haz a Francia otra vez grande.”
Y añade: “Queremos una Europa fuerte… Queremos ayudar a Europa pero tiene que ser justa. Ahora mismo la carga (el costo de mantener a la OTAN) recae en su mayor parte sobre EEUU”.
Así, con muy poca diplomacia, corta la aspiración europea de convertirse en una especie de imperio, tal como propone el ministro de Economía francés, Bruno Le Maire: “Hablo de un imperio pacífico que tenga poder tecnológico, económico, financiero, monetario y cultural, que juegue su papel en el escenario internacional”.
Le Maire anima a Europa a no tener miedo de actuar por cuenta propia, sin contar con EEUU, y manifiesta la necesidad de que el continente europeo se proteja de “las sanciones ilegales estadounidenses contra Irán y se interponga en el camino del gobierno de Donald Trump”, porque Europa es un continente soberano con voz propia, que decide por sí mismo con quién comerciar.
Sus palabras están en consonancia con las del Presidente Macron, que propuso crear un ejército europeo que protegiese los intereses comunes de los estados miembro de la Unión Europea, y con las de la Canciller alemana, Angela Merkel, que dijo al intervenir ante la Eurocámara en Estrasburgo: “Un Ejército común europeo demostraría al mundo que una nueva guerra sería algo imposible en Europa…
Nadie cuestiona la interconexión clásica entre la Unión Europea y la Alianza Atlántica… Ahora se debe trabajar en la idea de la creación de un verdadero Ejército europeo”.
Lo que ellos callan es que la OTAN fue creada para mantener el dominio de EEUU sobre Europa y su existencia se justificó con el infundio de que pretendían defenderla de una hipotética agresión de la URSS.
Al haber desaparecido el supuesto agresor, la OTAN ha perdido el sentido de existir. Pero existe, se ha instalado en las fronteras de Rusia y pretende que el incremento de los gastos lo cubra Europa, una especie de tributo destinado a sostener al ejército de ocupación de EEUU.
Aunque parezca sorprendente, la posición de Trump fue apoyada por Marine Le Pen, presidente del partido Agrupación Nacional, que sostuvo: “Creo que un ejército es un elemento de la soberanía de un país, pero la soberanía europea no existe, Europa no es una nación, no tiene un pueblo” y abogó por “una cooperación, una alianza europea de naciones y que en ningún caso veamos el surgimiento de un Ejército Europeo… La paz requiere precisamente de que cada nación conserve su ejército y lo autorice o no a participar en una acción militar común”; calificó el comportamiento de Macron de “inútilmente belicista y guerrero…
Menciona una amenaza rusa, china o estadounidense. Estas naciones no actúan contra nosotros… Creo que se trata de un grave error, el único peligro que hoy amenaza a nuestro país es el fundamentalismo islamista”; acusó a Macron de criticar “a todo el mundo, su política exterior se reduce a amenazas e insultos… En realidad, el mundo del señor Macron está colapsando, y él se encuentra cada vez más aislado en la arena internacional”. La posición de la Sra. Le Pen se semeja a la de Stephen Bannon, que hasta el 18 de agosto 2017, cuando lo despidieron, era el Jefe Estratega de la Casa Blanca.
Después, Bannon ha hecho campaña y ha ayudado a casi todos los movimientos políticos europeos de derecha. Algunos piensan que él, que en las pasadas elecciones presidenciales dirigió magistralmente la campaña republicana, está trabajando en Europa para propagar las ideas nacionalistas de Trump.
De ser así, la UE se convertiría en una especie de escarapela, vacía de contenido, y todos los movimientos nacionalistas europeos tomarían el poder en poco tiempo; no en vano en estos días crecen como la espuma.
Lo más grave es que todo esto se produciría cuando el Trump cumpla la amenaza de sacar a EEUU del Tratado INF, firmado en 1987 por Washington y Moscú, que les prohíbe disponer de misiles nucleares terrestres de alcance corto, medio e intermedio (entre 500 y 5.500 kilómetros), lo que pone en riesgo la vida de la humanidad, pues la seguridad colectiva dejaría de funcionar.
Trump añadió que EEUU incrementará sus capacidades nucleares hasta que otros países como Rusia y China “entren en razón”. ¿Cuál será esa razón que nubla nuestra razón? ¿No serán sólo exigencias monetarias del Pentágono?
Ojala que el encuentro entre Trump y Putin conduzca a un diálogo constructivo que conserve y garantice el cumplimiento total del INF, lo que es muy importante para la seguridad del mundo. Se debe partir de que una nueva guerra no la ganaría nadie y si hubiera un ganador, su ganancia sería cero, pues el cien por ciento de cero es cero.
Pero si esta ecuación la conocen tiros y troyanos, entonces, ¿por qué las amenazas de Trump? ¿Serán parte de su juego político? Ojalá así sea, caso contrario, a los demás, que forman parte de esos locos que creen que la guerra se ganaría porque esta se localizaría en Europa y no los tocaría a ellos, se les debería recordar las palabras de Putin: “Nosotros, como víctimas, iríamos al cielo y ellos reventarían”.
Según Einstein, la Cuarta Guerra Mundial sería a palos y piedras, pero esta guerra no se dará porque nadie sobrevivirá a la Tercera, que sería la última.