El Lawfare contra Correa y Glas fue intenso
Los 15 hechos de Ecuador en 2018
Quienes ostentaron la Presidencia y Vicepresidente de Ecuador, Rafael Correa y Jorge Glas, ahora se ven enfrentados, en el primer caso, a una investigación por presunto plagio al político ecuatoriano Fernando Balda, que captado el interés mundial, incluso, la intervención de la INTERPOL. Glas, ya sentenciado, continúa en el proceso judicial, pero, además, enfrenta una lucha por ser trasladado de la cárcel de Latacunga a Quito.
Caso Balda
A 5 años de que se produjo el rapto en Colombia del político ecuatoriano Fernando Balda, opositor al gobierno de Rafael Correa, la Fiscalía General de Ecuador reabrió el caso y consideró que el ex Presidente de la República, los ex agentes de la Secretaría Nacional de Inteligencia (SENAIN), Luis Raúl Chicaiza Fuentes, Diana Jessica Falcón Querido y, Pablo Romero, ex Secretario de SENAIN, tenían algo que ver.
El 18 de junio, durante la audiencia de vinculación, la jueza nacional de Garantías Penales, Daniella Camacho, vinculó al ex Mandatario a la pesquisa y ordenó que se presente cada 15 días ante la Secretaría General de la Corte Nacional de Justicia (CNJ). Esta medida cautelar regía desde el 2 de julio.
Llegó la fecha y Rafael Correa se presentó en el Consulado de Ecuador en Bélgica para cumplir con la medida cautelar. Defendió su presencia en la delegación diplomática amparado en la Convención de Viena de Relaciones Consulares, la Convención Interamericana de Derechos Humanos, la jurisprudencia de la Corte Interamericana, la Constitución y leyes ecuatorianas.
Pero la no presentación ante el lugar establecido por la magistrada generó pronunciamientos judiciales. Un día después, la jueza Daniella Camacho acogió el pedido de la Fiscalía General del Estado y dictó orden de prisión preventiva contra el ex Presidente, pidiendo, además, que se extienda la difusión roja de INTERPOL para que sea capturado en Bélgica y extraditado a Ecuador.
El 7 de noviembre, la jueza Camacho llamó a juicio a Correa, al ex secretario de Inteligencia Pablo Romero, a los ex agentes de inteligencia Raúl Chicaiza y Diana Falcón como presuntos autores del delito de secuestro al político.
Rafael Correa, por su parte, insistía en su inocencia y aseguraba ser víctima de una persecución política: “Siempre he sido optimista en el largo plazo, pero realista en el corto plazo. No esperaba absolutamente nada de una “justicia” que recibe consignas, no argumentos”, dijo
La posición de Correa se sustenta también en el informe de la Misión Internacional de Observadores, que recoge un análisis pormenorizado sobre el caso, y concluye, entre otras cosas, que el expediente «contiene graves violaciones a los derechos humanos, suspensión de principios de garantía de un Estado de derecho e instrumentalización de la justicia para fines políticos».
Correa insistía en que “esta farsa”, no tendría eco en la palestra internacional.
“En octubre, el presidente Moreno anunció que no perdía la esperanza de verme preso. Esto es una clara persecución política. Pero estoy seguro que esto va a cambiar, eso no tiene probabilidad de éxito a nivel internacional y cambiará cuando varíen las condiciones políticas en Ecuador”, señaló Correa.
Y, en efecto, la respuesta de INTERPOL a la Corte Nacional de Justicia (CNJ) sobre el pedido de difusión roja para ubicar y capturar a Correa no tuvo el éxito que esperaban las autoridades. El 5 de noviembre, se conoció oficialmente que INTERPOL rechazó la solicitud ecuatoriana.
“Interpol rechaza alerta roja. El país vuelve a ser humillado. En lugar de pedir renuncia a jueces venales, la Corte Nacional trata de defender lo indefendible, torturando el estatuto de Interpol”, reaccionó Correa.
Moreno se refirió al tema y aunque siempre habla de la independencia de funciones en Ecuador y el respeto a la autonomía de cada institución, confirmó que Ecuador insistirá en este pedido, a través de la Procuraduría General del Estado.
“No es fácil que la INTERPOL apruebe esa detención internacional. No se olviden que no la aprobó con respecto al caso del señor (Abdalá) Bucaram, del doctor (Jamil) Mahuad, o de Alberto Dahik. Sin embargo, lo que nosotros podemos hacer es insistir a través de la Procuraduría General del Estado, que es quien debe llevar a cargo esa gestión del Gobierno”, dijo en aquella ocasión.
El último pronunciamiento de la justicia data del 12 de diciembre, cuando la jueza Camacho negó la petición de aclaración y ampliación que Caupolicán Ochoa, procurador judicial del ex presidente Rafael Correa, interpuso contra la negativa a la apelación que recibió el 26 de noviembre pasado, respecto del auto de llamamiento a juicio que fue emitido el 7 de noviembre pasado contra el ex Mandatario.
El 19 de diciembre, la defensa de Fernando Balda entregó en la Corte Nacional de Justicia (CNJ) un nuevo pedido para que se insista a la INTERPOL el pedido de difusión roja contra el ex Jefe de Estado.
El tema podría definirse en 2019 en medio de los rumores de que el ex Presidente Correa habría pedido asilo político en Bélgica.
Caso Glas
El 13 de diciembre del 2017, el ex Vicepresidente Jorge Glas fue sentenciado a 6 años de prisión por el delito de asociación ilícita, en el marco del caso ODEBRECHT, y trasladado a la cárcel 4, en la ciudad de Quito.
En medio del trámite legal del caso, en 2018, Glas enfrentó un sorpresivo traslado de cárcel la noche del 21 de octubre; un día después de la fuga de Fernando Alvarado, ex Secretario de Comunicación, investigado por presunto peculado.
“Luego de la fuga del ex secretario de Comunicación del Gobierno de Rafael Correa, Fernando Alvarado Espinel, se ha recibido un informe de inteligencia policial y por razones de seguridad hace pocos minutos se procedió a trasladar a Jorge Glas al Centro de Rehabilitación Social de Latacunga. Se garantizará su integridad de acuerdo a los protocolos vigentes”, indicaba aquel día la Secretaría de Comunicación.
El abogado defensor del ex Vicepresidente, Eduardo Franco Loor, confirmó que fue llevado a Latacunga y adujo que la decisión se debió a una “vendetta política”.
“Traslado a Latacunga de Jorge Glas violenta su derecho de inmediación, toda vez que el proceso se encuentra en Recurso de Casación; además, se lo incomunica con su familia y defensa técnica; se transgrede normatividad internacional sobre la protección a personas privadas de libertad”, indicó Eduardo Franco Loor, alertando, además, sobre el delicado estado de salud de Glas.
La ex autoridad, el 22 de octubre, se declaró en huelga de hambre indefinida “hasta que vengan a ver lo que pasa en Ecuador. ¡Paren la carnicería política!”, pidió Glas en una carta.
Ya en la cárcel de Latacunga, Glas atravesó por días difíciles. Según su familia y defensa, no tenía acceso permanente al médico tratante; pues, debían trasladar a los profesionales de la salud desde la ciudad de Quito. Ante ello se elevaron las voces para que Glas retorne a la capital.
El 6 de noviembre, se reportó que Glas entró en crisis y su salud se descompuso, pasaron varias horas y, finalmente, fue llevado de emergencia al Hospital Carlos Andrade Marín, en la ciudad de Quito.
Al siguiente día, Édison Ramos, director técnico médico encargado del Hospital Carlos Andrade Marín (HCAM), detalló que el ex vicepresidente de la República, Jorge Glas, estaba estable. Más tarde, fue dado de alta y llevado nuevamente a la cárcel de Latacunga. Otras versiones señalaron el estado lamentable de su salud y que requería de atención especial y cuidados médicos permanentes.
En una carta, días después, Glas reveló que por «ordenes superior» los médicos le dieron el alta. Describió como “triste” el papel del Hospital Carlos Andrade Marín.
La medida de no recibir alimento continuó.
La divulgación de un informe técnico de la Coordinación Zonal 3 del Ministerio de Salud sobre el estado del ex Vicepresidente de la República informaba “que la sintomatología que está presentando va a empeorar según transcurren los días y que puede llegar a consecuencias como: muerte por inanición, puede ocurrir por una parada cardiorrespiratoria o por falta de riego sanguíneo al cerebro», detallaba el documento.
Incluso, la Defensora del Pueblo, Gina Benavides, confirmó que el ex Vicepresidente atravesaba una grave situación debido a su estado de salud. Por ello, exhortó a las autoridades a que se realice su traslado de la cárcel de Latacunga porque no tenía las condiciones para atenderlo.
El 30 de noviembre, el Ministerio de Justicia informó que se dispuso el inmediato traslado del ex Segundo Mandatario hasta el Hospital Carlos Andrade Marín (HCAM), en Quito, sin embargo, él se negó.
Cinthia Díaz, esposa del ex Vicepresidente Jorge Glas, en declaraciones para Ecuadorinmediato, explicó las razones de la negativa, relatando que, en la primera ocasión lo humillaron y vejaron en esa casa de salud.
Por ello, insistió en que quiere que lo lleven a la cárcel 4, en la capital ecuatoriana, en donde existen mejores condiciones.
A lo largo de la estadía de Glas en la cárcel y, aún más, desde que inició la huelga de hambre, la solidaridad mundial no se hizo esperar. Parlamentarios, políticos, ecuatorianos en el exterior, incluso, voceros de la Arquidiócesis de Guayaquil, entre otros personajes, han pedido al Gobierno Nacional que regresen a Glas a Quito.
“La injusta situación que padece el Vicepresidente electo de la República de Ecuador, lng. Jorge Glas, quien se encuentra detenido sin que se respeten las garantías constitucionales del debido proceso (…) Merced al accionar del Poder Judicial que abandonó la legitimidad política y democrática, reemplazándola por una presunta legalidad, de dudosa jurisprudencia”, aseguró, por ejemplo, el bloque «Frente para la Victoria-Partido Justicialista» del Parlamento del MERCOSUR.
El Presidente de Bolivia, Evo Morales, lanzó un mensaje en sus redes sociales, haciendo un llamado urgente a las autoridades ecuatorianas para que tomen en cuenta el grave estado de salud en el que se encuentra.
“Hacemos un llamado urgente a las autoridades ecuatorianas para que tengan un gesto de humanidad con el Hno. Jorge Glas, cuyo estado de salud es muy grave. Cualquier diferencia política queda en segundo plano cuando se trata de una vida humana. Hacemos votos por su recuperación”, publicó.
Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz, y el Coordinador Nacional de la Fundación Servicio Paz y Justicia se sumaron al pedido de varias organizaciones sociales y de derechos humanos. A través de una carta del 3 de diciembre, advirtieron sobre el débil estado de salud de la ex autoridad.
La madre de Jorge Glas, Norma Espinel, viajó a diferentes países, especialmente, en Europa, para gritar al mundo la situación de su hijo y para que sean parte de la petición mundial por el traslado de cárcel.
Respondió el Secretario Particular de la Presidencia, Juan Sebastián Roldán, quien admitió que el estado de salud del ex Vicepresidente «sin duda, es una preocupación para el Gobierno ecuatoriano. Señaló que en medio de la huelga de hambre que mantenía en ese momento existía «un cuidado profundo» tanto de los médicos de la cárcel de Latacunga como del Hospital Carlos Andrade Marín de Quito.
El deterioro de la salud de Glas motivó a que, en el día 52 de la huelga de hambre, la Bancada de la Revolución Ciudadana le solicite levantar la medida para preservar su vida.
“Los 52 días han demostrado su enorme dimensión de luchador ante las condiciones injustas y adversas que enfrenta”, dice el comunicado de la Bancada afín a Rafael Correa.
Accediendo al pedido de su familia, amigos, militantes y simpatizantes de la Revolución Ciudadana, Jorge Glas decidió poner fin a su huelga.
“La huelga de hambre la he hecho por dignidad, por nada más, ni nada menos. He soportado todo con entereza, accedí a ver a mis hijos hace dos días, y confieso que sus ruegos me quebraron. Les he explicado por qué hice la huelga de hambre, les he dicho que lo único que una persona debe defender con la vida, es la honra y la dignidad”, indicó en una carta publicada.
Ecuadorinmediato
(PAY)
http://ecuadorinmediato.com/ www.ecuadornews.com.ec