PACTO MUNDIAL
De 193 países que asistieron en Marruecos a la conferencia intergubernamental de la ONU, 159 aprobaron en diciembre de 2018 el Pacto Mundial de NN. UU. para una Migración Segura, Ordenada y Regular.
El texto de tan importante instrumento internacional, aunque no vinculante para los suscribientes, garantiza “el derecho soberano de los Estados a determinar la política de migración y su prerrogativa para gobernar la migración dentro de su jurisdicción, en conformidad con el derecho internacional”.
Así lo remarcó António Guterres, secretario general de la ONU, al destacar el carácter imprescindible de la emigración como factor de desarrollo económico para países ricos y subdesarrollados.
“Las ayudas que los emigrantes transfieren a sus países de origen representan el triple del monto de ayuda pública al desarrollo, pese a que en sus nuevas comunidades gastan el 85 % de lo que ganan”, dijo. Aquello no disminuye el horror de lo que tienen que sufrir los “ilegales” en los Estados fronterizos de la Unión, donde muchas veces son cazados como bestias y enfrentan la deportación: ser devueltos a sus países donde ya no tienen nada, pues todo lo vendieron y lo gastaron en los “coyotes” para que los hicieran atravesar la frontera.
La canciller alemana Ángela Merkel, al debatir el proyecto del pacto, consensuado por la Asamblea General de la ONU en junio, tras 18 meses de negociaciones-, insistió en una respuesta global ante un fenómeno “que trae prosperidad”, y criticó “las ansiedades y temores, más la información falsa que difunden quienes se oponen al pacto”.
Pero países receptores de migrantes, como Australia, Italia, Israel, y un numeroso grupo de centroeuropeos, además de latinoamericanos como Chile y Rep. Dominicana se retiraron del pacto o pidieron más tiempo para estudiarlo.
EE. UU. se opuso desde el principio. El presidente de Chile, Sebastián Piñera, defendió su decisión.
Quizá le interesa más el proyecto Trump, que ya causó dos muertes de menores al separarlos de sus padres, emigrantes ilegales. A cuántos años luz quedó el Chile solidario y socialista de Allende, Neruda y Violeta Parra.
Este, gobernado por Piñera, es uno de los países más desiguales del mundo.
También de estos insanos materiales se hace la historia
PACTO MUNDIAL
Por Nelly de JaramilloEcuador News
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