El muro de la ignominia
El cumplimiento de la promesa de campaña del presidente estadounidense Donald Trump de levantar un muro en la frontera mexicana se le está convirtiendo en obsesión.
No ha podido conseguir el apoyo de los demócratas para que el Congreso le asigne los $ 5.700 millones que requiere para su insólito propósito, que trata de justificar con el aún más insólito argumento de “crisis humanitaria y de seguridad creciente” en la frontera sur, aludiendo a las caravanas de emigrantes centroamericanos, en su mayoría de Honduras, que los guardias fronterizos disolvieron encarcelando a gran número de ellos para deportarlos a sus países de origen, lo que les imposibilita cualquier futuro trámite para su “legal” ingreso al país de sus sueños.
Que Trump en su afán de destrabar la oposición del Congreso haya recurrido al ‘shutdown’ (cierre) de una cuarta parte de la administración del gobierno en EE. UU., que lleva ya más de tres semanas de funcionarios y empleados impagos, con la secuela de problemas en sus economías que ello implica, no ha cambiado en nada su obsesiva pretensión de financiar el ominoso muro, al punto de rechazar de plano la propuesta del senador republicano Lindsey Graham de reabrir la administración por tres semanas para negociar con los demócratas, lo que se dice ha empezado a abrir grietas o ahondarlas en el propio partido republicano.
El solo hecho de pretender que el Congreso de EE. UU. conceda una millonaria suma para construir un sólido muro que separe al país norteamericano de los latinoamericanos es ir contra los símbolos más emblemáticos de un país que se ha presentado siempre como aquel de la libertad, abierto a la inmigración sin distinción de credos ni razas; el de las oportunidades para todos quienes quieran o puedan aportar con algo a su grandeza, a su hospitalidad, a su servicio.
El de la gigantesca Estatua de la Libertad, que parece abrir los brazos al recién llegado en las anchas aguas del Hudson en Nueva York.
El del “sueño americano” para los soñadores de Latinoamérica, del mundo.
Trump debería pensarlo bien antes de pasar negativamente a la historia con un emblemático muro que afrentará brutalmente ese símbolo de libertad que hasta hoy representaba orgullosamente al pueblo estadounidense.
El muro de la ignominia
Por Nelly de JaramilloEcuador News
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