Contra el cambio climático: no hay tiempo para perder
Contra el cambio climático: no hay tiempo para perder
El movimiento mundial de la juventud para la acción por el clima es una señal de la concienciación creciente en nuestras sociedades de que el cambio climático es una realidad que necesita una respuesta de forma apremiante. Si no actuamos ahora, estaremos afectando cada vez más el futuro de los jóvenes, sus hijos y sus nietos.
El Acuerdo de París constituye el marco multilateral esencial para la acción mundial sobre el Cambio Climático, pero existe una gran diferencia entre su ambición mundial y el nivel actual de esfuerzos.
El informe especial del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático y las repercusiones del calentamiento global de 1.5°C, nos advierte de las graves consecuencias del rebasamiento de este umbral. En palabras de la nueva presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von Der Leyen: “La temperatura de nuestro planeta es como la temperatura del cuerpo humano: si sobrepasamos un 1.5°C más de lo normal, es señal de que estamos mal y necesitamos tomar medidas drásticas”. En otras palabras, no se exagera diciendo que un calentamiento mayor que un 1.5°C puede dejar inhabitable una gran parte de nuestro planeta, multiplicar los fenómenos meteorológicos extremos y provocar inestabilidad política a través de menos seguridad alimentaria y desplazamientos por catástrofes. No hay ningún país que esté excluido de estas amenazas.
Volviendo a las palabras de la Sra. Von Der Leyen, una vez que la nueva Comisión Europea entre en función el 1 de noviembre, planteará a los Estados Miembros de la Unión Europea el aumentar la ambición climática, primero en la UE, aspirando a que se convierta en el primer continente con una economía neutral desde el punto de vista del carbón. Pero también en el mundo entero, apostando a liderar el camino a través de diálogos y acuerdos multilaterales, así como cooperando con todos sus socios.
En virtud del Acuerdo de París, los países han establecido sus planes de acción por el clima en sus «contribuciones determinadas a nivel nacional». Ecuador lo hizo en marzo de este año. Sin embargo, aún queda mucho por hacer. Lo importante es que todos los países sigan trabajando en las políticas nacionales para la plena aplicación de sus contribuciones y que preparen estrategias a largo plazo coherentes con los objetivos del Acuerdo de París.
No deberían temer que sus esfuerzos vayan a impactar en su desarrollo económico. La experiencia de la Unión Europea muestra que la transición ecológica va de la mano con la creación de empleo, la protección de la biodiversidad y la salud pública, y que ofrece amplias oportunidades de crecer. El entusiasmo con el cual Ecuador está abrazando el tema de Economía Circular es alentador.
El tiempo apremia. La cumbre sobre el clima organizada por el secretario general de las Naciones Unidas en septiembre, la movilización mundial por el tema ambiental, la voz de los jóvenes en particular, no debería quedarse allí. Necesitamos un salto en nuestras ambiciones de lucha contra el Cambio Climático, es decir, dejar de verlo como una amenaza sino más bien como una oportunidad. Solo trabajando juntos podemos preservar el planeta para las futuras generaciones.
Contra el cambio climático: no hay tiempo para perder
Por Marianne Van Steen,
Embajadora de la Unión Europea en Ecuador
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