El ‘outsider’ Pete Buttigieg
El ‘outsider’ Pete Buttigieg
Esta semana se produjo el primer caucus en las primarias del Partido Demócrata de Estados Unidos. El mainstream mediático de ese país puso como “favoritos” a los candidatos de la vieja guardia: Bernie Sanders, Elizabeth Warren y Joe Biden.
Tras el primer debate en la ciudad de Des Moines en el estado de Iowa, el caucus arrojó el ascenso inesperado del candidato más joven de todos: Pete Buttigieg, exalcalde de la ciudad de South Bend, Indiana, medio oeste estadounidense. Es veterano de ocupación en Afganistán, miembro de la Iglesia Episcopal Anglicana y persona visiblemente gay, al haber hecho público su matrimonio con su novio Justin, cuando alcalde.
El “alcalde Pete”, como sus seguidores lo llaman, se ubicó a menos de un punto de diferencia del senador Bernie Sanders, el demócrata más izquierdista y ganador del caucus.
Sin embargo, acumula el mismo número de delegados a la convención final. La campaña de Buttigieg no enfoca su visibilidad gay como punta de lanza; es inmanente. Pregona un discurso para derrotar y ubicar a Donald Trump y el trumpismo “en el basurero de la historia, donde merece estar”.
Ha cuestionado su racismo antimigratorio, defiende la educación pública, propone un plan médico más agresivo que el Obama Care, la defensa ambiental y está contra la religiosidad oficial que hoy rodea la Casa Blanca.
Outsider de la Generación X, no es el típico veterano político de Washington o de alguna gobernación; tiene experiencia en la administración pública y, sin duda, en el transcurso de las primarias deberá superar escollos homofóbicos.
Pero eso pondrá en debate justamente las libertades que el sistema de su país se jacta mundo afuera y que moverá (así no gane) el tablero político-social local y –quién sabe– mundial, si llegara a ganar.
OPINIÓN
Por Fredy Lobato
Ecuador News
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