ATRACCIÓN POR LA LECTURA
ATRACCIÓN POR LA LECTURA
Ya es sabido, y por todos nosotros, que los buenos y también los malos hábitos se los adquiere primero en la casa y complementariamente en la escuela. Hoy queremos abordar el tema de la lectura como un hábito saludable que debe crearse em el hogar y fortalecerse en las aulas, con el trabajo de los profesores.
Pienso que basta con que los papás y las mamás, ya esta es una tarea compartida, pueden estimular el hambre por enterarse de lo que se dice en los libros, la posibilidad de conocer historias increíbles, para conformar sociedades lectoras, curiosas, creativas, porque es indudable que el amor por el libro despierta todas estas actitudes.
La lectura debe ser primero y primordialmente recreativa, introducir al niño en ese mundo fantástico, no como una obligación que luego se traduce en una serie de preguntas preestablecidas por los maestros, sino en resaltar el disfrute que se desprende de esas historias contadas o leídas al calor de la cama, cuando se lleva a los niños a dormir e invertimos tiempo de calidad en ellos compartiendo esas lecturas.
Por supuesto sabemos también que los primeros años son fundamentales en las capacidades que se adquieren. A veces esos años iniciales se pierden por la poca atención que se les presta a los niños, pero, esa oportunidad vuelve a presentarse cuando los ahora adolescentes, empiezan a sentir ese cosquilleo de la curiosidad, de las ganas de descubrir entre los 14 y 16 años, tiempo en el que se puede captar también nuevos lectores al interior de los colegios y desde luego en las casas.
Discrepo con muchos profesores de literatura, que obligan a sus jóvenes estudiantes a leer a los clásicos, que seguramente serán del gusto de lectores formados, pero no de neo lectores, como llamamos a los que empiezan a saborear el gusto por los libros y lo que ellos entrañan, para luego, más tarde, si así lo desean, adentrarse en la lectura y el disfrute de los clásicos.
Estimular a los mejores lectores a través de concursos que tengan como premios libros a los que se harán acreedores. Buscar no solamente lecturas para las clases de idioma nacional o de gramática, hacerlo en casa asignatura, porque seguramente la lectura desempeñará un importante factor a la hora de la compresión lectora.
Hay una serie de iniciativas, totalmente válidas como el jugar al “picnic de libros”, las lecturas en voz alta, el hacer que cada uno cuente historias, ocurridas o inventadas, no importan sus talentos, pero lo más importante es predicar con el ejemplo, es decir que tanto maestros como padres deben tener libros en las manos, siempre, o al menos de tanto en tanto.
La autonomía que cada centro tiene en la capacidad de construir currículas, manteniendo los estándares básicos, pero yendo más allá a las necesidades y realidades del sector, puede también beneficiarse de lecturas compartidas, que permiten que se ilustren los temas y se comprenda más y mejor.
OPINIÓN
Por Rosalía Arteaga Serrano
ExPresidente Constitucional de la República del Ecuador
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