En 2020 la Gran Manzana registró los mayores picos de tiroteos y homicidios en un año, 97% y 45%, respectivamente, en más de medio siglo. Y todo indica que el drama de la violencia criminal en 2021 empieza a escalar sin pausas también de una manera desalentadora: las balaceras hasta el pasado 7 de marzo aumentaron en un 42%.
Ya en los primeros días de abril, la muerte causada por la “pandemia criminal” en las calles de la ciudad de Nueva York ha enlutado a varias familias, como la del repartidor de comida mexicano Francisco Villalva, de 29 años, quien fue baleado en una cancha deportiva de Harlem en un forcejeo para robarle su bicicleta.
Además, unas detonaciones el pasado domingo causaron la muerte de una persona y dos heridos en Concourse Village en El Bronx, el mismo condado en donde semanas atrás un pistolero paseaba en una moto alrededor del parque infantil en la Avenida Oliville con la calle Rosewood, a plena luz de día, disparando varias rondas con una pistola. Nadie resulto herido.
En este punto caliente de la violencia criminal y en medio de la carrera para renovar las autoridades municipales, un nuevo informe del ‘Manhattan Institute (MI)’, como parte de una serie de de recomendaciones para el próximo alcalde de Nueva York, revela que si bien la mayoría de los neoyorquinos exigen medidas para mejorar la economía, en segundo lugar un 21% de los consultados implora al sustituto de Bill de Blasio políticas más agresivas para garantizar la seguridad pública.
La consulta compartida por MI, muestra que uno de cada cinco votantes de la Gran Manzana está actualmente “preocupado por la seguridad pública”, más que cualquier otro aspecto en medio de la pandemia.
Más importante aún, el 68% de los encuestados “un poco” o “fuertemente” apoyaron “el uso de un modelo de policía comunitaria, donde la policía colabora activamente con una comunidad en particular y se enfoca tanto en la violencia general y en los delitos graves.
“La próxima administración debería adoptar enfoques para trabajar de cerca con la gente, tanto con las comunidades minoritarias y los enfermos mentales graves, para que las calles y el Subway puedan volver a estar seguros”, destacaron en el reporte el investigador de MI, Rafael Mangual y la directora de la iniciativa policial y de seguridad pública de esa institución, Hannah Meyers.
“Si pudiera me mudo”
Si bien gran parte de la violencia más sangrienta se ha concentrado en un grupo de vecindarios pobres de la ciudad, el problema creciente de la criminalidad inquieta a los enclaves más exclusivos de la ciudad. Y eso podría ser el principal estímulo para que muchos profesionales tengan en el horizonte abandonar la ciudad.
La investigación de ‘Manhattan Institute’ subraya que el control del crimen será uno de los mayores desafíos que enfrentará el próximo alcalde de la ciudad, quien tendrá la tarea de volver a la “normalidad pre-pandémica”, pues con el crecimiento del trabajo remoto se hace posible que muchos se reubiquen fuera de la Gran Manzana, sin tener que sacrificar sus trabajos, especifica el estudio.
“La voluntad de los residentes actuales de seguir pagando impuestos para vivir aquí, dependerá en gran medida del grado en que se sientan seguros. No solo donde viven. Sino donde trabajan, donde encuentran entretenimiento. También en los trenes y los autobuses que viajan”, especificó Meyers.
El 69% de los consultados indica que abandonarían la ciudad por el “alto costo de la vida”, pero el 47% buscaría otro destino huyendo de los riesgos latentes de la violencia en los diferentes espacios urbanos.
El reporte describe que la mitad de quienes afirman que la seguridad pública es un problema “terrible” en las calles de la Gran Manzana, además confiesan que “preferirían mudarse si pudieran”.
Infierno en el “Subway”
Uno de los espacios vitales para los neoyorquinos que más preocupación causa es el “infierno” en que se ha convertido el Subway. Ya algunas estadísticas también lo revelan.
El panameño José Sánchez, de 50 años, relata que desde que se residenció en la ciudad hace 15 años por sus rutinas laborales debe abordar Penn Station, en el corazón de Manhattan, “prácticamente” todas las noches. Y describe que durante los últimos meses por primera vez ha visto “historias de horror”
“Yo no recuerdo haber caminado con miedo por la ciudad. Yo invito a las autoridades a que vean los que pasa en Penn Station en las noches. Es un centro de enfermos mentales que agreden a los pasajeros. Es un desastre Nueva York ahora mismo en el Metro”, explicó el inmigrante.
Entre la Nochebuena de 2020 y el Día de San Valentín de 2021, al menos seis personas fueron empujadas a las vías del metro, estos actos que aterrorizan a los neoyorquinos están asociados con enfermos mentales que deambulan en ese sistema.
En 2020, el Departamento de Policía de Nueva York informó de 26 incidentes de personas empujadas frente a trenes que se aproximaban hacia las vías del tren. Eso es más de la mitad de los incidentes que se regitraron durante 1975-1991.
Un estudio de 1992, citado por MI, encontró que durante esos 17 años, ocurrieron 49 incidentes de empujones en el Subway, victimizando a 52 personas. El estudio pudo obtener datos sobre 20 de los 26 delincuentes que habían sido remitidos para evaluación y tratamiento psiquiátrico.
“Estos datos dejan claro que el enfoque actual de la ciudad para las enfermedades mentales graves pone en riesgo a los neoyorquinos. El próximo mandatario municipal debería considerar otras políticas para mitigar este riesgo”, indican los académicos de MI.
Menos policías
La otra cara de esta pandemia de violencia en la Gran Manzana, tiene que ver a juicio de Rafael Mangual autor de “Un plan de seguridad para el próximo Alcalde de la ciudad de Nueva York”, con el hecho de que el Departamento de Policía de la ciudad de Nueva York (NYPD) canceló su programa de formación académica en marzo de 2020.
“Venimos de un año en el que los oficiales se enfrentaron a un número incalculable de manifestantes y saqueadores. La Uniformada vio cómo sus filas superiores declinaron y oficiales elegibles solicitaron la jubilación a un ritmo mucho más alto de lo normal”, concluye Mangual.
De enero a septiembre de 2020, un 72% más oficiales abandonaron el departamento que en el mismo período de 2019 y la plantilla general de oficiales se redujo en total en un 7%.
“La Gran Manzana deberá desarrollar un plan para poner más policías en la calle, algo que los análisis empíricos más rigurosos nos dicen es una de las políticas más impactantes que cualquier ciudad puede hacer para reducir la criminalidad”, recomienda el informe.
¿Qué han propuesto algunos candidatos?
- Eric Adams un ex oficial de NYPD y actual presidente del Condado de Brooklyn quien está en la carrera demócrata por sustituir a De Blasio, ha planteado que para abordar el aumento de la delincuencia en la Gran Manzana necesita enfocarse en los delitos violentos, especialmente en donde están implicadas las armas.
“Podemos y debemos tener un departamento de policía que sea justo y eficaz. Eric Adams ha luchado para eliminar los prejuicios y el comportamiento innecesariamente agresivo del Departamento de Policía, desde que era un oficial. Y seguirá haciéndolo”, dijo a El Diario el portavoz de la campaña de Adams, José Bayona.
Entre otras línea de trabajo propone reinventar la unidad contra el crimen como una unidad contra las armas, incorporando policías con el temperamento y las habilidades para cuidar a las comunidades manteniendo buenas relaciones que ayuden a capturar a los criminales.
La fórmula Adams, incluye fortalecer las leyes sobre armas de fuego para que los residentes de la ciudad de Nueva York no corran riesgo debido a normales débiles en otros condados.
“Y vamos a trasladar a personal de policía de las áreas de baja criminalidad a las áreas de alta criminalidad cuando haya un aumento repentino de hechos violentos”, explicó Bayona.
- El aspirante Andrew Yang en la línea programática expuesta en su portal web subraya que los “buenos policías” necesitan sentirse apoyados.
“La violencia aumenta, al igual que los delitos motivados por el odio. Eso implica que necesitamos agentes para protegernos. No es suficiente sancionar a los agentes que actúen mal. Los oficiales que se encuentran con frecuencia en situaciones traumáticas, la Ciudad debe asegurarse de que se sientan apoyados después de responder a incidentes peligrosos”, expone Yang.
Una administración de Yang buscará reorganizar el NYPD para reconstruir la confianza entre los oficiales y los neoyorquinos, particularmente con las comunidades de color, para garantizar que Nueva York “se recupere no como era, sino como merece ser: una ciudad segura cimentada en la igualdad y el respeto”.
Destaca el pre candidato demócrata que la Gran Manzana carece de una estrategia real para la prevención, la interrupción y la respuesta a la violencia.
“Al nombrar un vicealcalde de seguridad pública y comunitaria, Andrew Yang se asegurará de que la ciudad tenga una estrategia coordinada al más alto nivel del gobierno de la ciudad”, establece su campaña.
Los 4 consejos de ‘Manhattan Institute’
- Reforzar las filas del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) con un enfoque en atraer personas altamente educadas y nuevos reclutas motivados.
- Crear una concepción de la policía comunitaria que aborde la violencia y otros problemas de calidad de vida.
- Trabajar con diligencia para abordar los conceptos erróneos que alimentan la disparidad racial, especialmente en las comunidades minoritarias.
Renovar el enfoque de la ciudad para las enfermedades mentales graves con énfasis en una mayor y mejor supervisión.
NYPD: Más detenciones
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- 77% ha sido el aumento de las detenciones por la tenencia ilegal de armas en los primeros días de 2021, de acuerdo con el balance de NYPD.
- 486 arrestos por armas de fuego en enero de 2021, más que cualquier otro enero desde 1995.
- 331 oficiales de la Oficina de Tránsito y 313 policías de la oficina de patrulla de NYPD se incorporaron a vigilar las estaciones del tren con más incidentes.
- 27% es el alza de hechos violentos y sangrientos en el tren en lo que va de 2021, aunque los robos disminuyeron.