MARÍA TERESA, PATRIA, MINERVA
MARÍA TERESA, PATRIA, MINERVA
Hay aniversarios dolorosos, que nos recuerdan una tragedia, como la ocurrida con las jovencitas María Teresa, Patria, Minerva, quienes se opusieron a los designios del dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo y fueron brutalmente asesinadas por la policía secreta de ese país. Este aniversario sirve también para reforzar la lucha contra la violencia hacia las mujeres que mancha la historia de buena parte de la humanidad.
Las hermanas Mirabal constituyen un símbolo, se las representa como “las mariposas” y el aniversario de su muerte, un 25 de noviembre, se reconoce como el día de la no violencia contra la mujer.
Hay casos simbólicos y que han alcanzado gran relevancia como el de las hermanas Mirabal, quienes luchaban por sus derechos frente a una dictadura, pero cada día, en el mundo entero se siguen violentando los derechos de las mujeres, se las sigue maltratando y asesinando, y muchas veces se constata que el lugar más peligroso para una mujer es su propia casa.
Es verdad, muchos de los crímenes más violentos en contra de las mujeres ocurren en su hogar, donde son violadas las niñas y las jovencitas, golpeadas y asesinadas las mujeres por esposos, novios, convivientes violentos, quienes descargan sus frustraciones y sus iras en contra de las mujeres de sus propias familias.
Cada 25 de noviembre se lo dedica, en homenaje a la memoria de las luchadoras dominicanas, a evidenciar estas situaciones de violencia que hasta desembocan en muerte, y hay actos conmemorativos en los diversos países. Este año tuve la suerte de participar en un evento en el congreso dominicano, celebrando a mujeres significativas de la sociedad, a quienes se rindió homenaje y tuve la oportunidad de decir unas palabras que se suman a las denuncias sobre el maltrato y la violencia en contra de la mujer.
Hemos avanzado visiblemente en la ciencia, en la tecnología, los diversos campos nos ofrecen la expectativa de mundos mejores, pero en lo que tenemos una deuda tremenda, es en construir sociedades más justas, menos violentas, más inclusivas para las mujeres de todas las etnias y las condiciones, que sientan que están seguras de que nadie va a violentarlas, a golpearlas y tampoco a vivir en medio del miedo y de la opresión.
OPINIÓN
Por Rosalía Arteaga Serrano
Ex Presidenta Constitucional de la República del Ecuador
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