Protesta social
Protesta social
La protesta social es el recurso para evidenciar las problemáticas que afectan los ámbitos gremiales y/o colectivos, realizada generalmente por activistas, y originada por hechos de carácter social, económico o político.
Vandalismo es la tendencia a cometer actos destructivos contra la propiedad pública sin consideración hacia los demás.
Terrorismo es la forma violenta de lucha política, el cual persigue la destrucción del orden establecido o la creación de un clima de inseguridad, con sucesivos actos violentos para infundir terror e intimidar a los adversarios o a la población en general. Ej.: las masacres carcelarias, cuya finalidad es causar terror, convirtiéndolo en herramienta de presión contra el gobierno, para que nada cambie y que los capos de los grupos delincuenciales sigan manejando el negocio carcelario como si se tratara de la Peni Hotel; así como las movilizaciones de octubre del 2019, cuyos dirigentes gremiales quieren continuar en la palestra política. Ambos persiguen no perder sus privilegios.
Los derrumbes en la vía a Cuenca fueron ocasionados saturando la tierra de la montaña con agua y dinamitando la roca, según declaraciones y videos presentados por la viceministra de Transporte, razón por la cual presentaron demanda por terrorismo contra los autores de tal hecho.
El derecho a la resistencia, artículo 98 de la Constitución del 2008, manifiesta: “Los individuos y los colectivos podrán ejercer el derecho a la resistencia frente a acciones u omisiones del poder público de personas naturales/jurídicas no estatales que vulneren o puedan vulnerar sus derechos constitucionales y demandar el reconocimiento de nuevos derechos”.
Los sucesos relatados pretenden justificarse como protesta social en el supuesto ejercicio del derecho constitucional a la resistencia. Los actos descritos son delitos y como tales, no pueden ser considerados protesta social, peor aún como derecho a la resistencia, derecho que no está reglamentado para hacer efectivo su ejercicio. Por tanto, que no vengan luego con el cuento de la judicialización de la protesta social.
OPINIÓN
Por Modesto Apolo
En especial para Ecuador News
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