El estado de Nueva York superó las 60,000 muertes por coronavirus, según revelan nuevos datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
El Departamento de Salud del estado informó 47,492 muertes relacionadas con covid-19 según lo informado sólo por hospitales, hogares de adultos mayores e instalaciones de atención para adultos.
Pero los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades informaron un recuento de muertes más completo basado en los datos del certificado de defunción informados por los funcionarios de salud estatales y municipales.
Los CDC informaron sobre 60,253 muertes en el estado de Nueva York, en medio de un brote de casos de covid-19 por la nueva cepa Ómicron, la cual es altamente contagiosa; cabe recordar que 800,000 estadounidenses han muerto a causa del virus.
Nueva York superó las 50,000 muertes a finales de marzo
La buena noticia es que la tasa de mortalidad en Nueva York ha disminuido significativamente desde los brotes anteriores de covid-19, ya que la mayoría de los residentes han sido vacunados o han desarrollado inmunidad a una infección anterior, según dijeron los funcionarios de salud.
“Pudimos, gracias a Dios, persuadir al grupo de personas mayores para que se vacunen y reciban su refuerzo”, dijo Ayman El-Mohandes, decano de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de la Ciudad de Nueva York.
Hubo 59 muertes el pasado viernes, un número más bajo que el promedio diario comparado al año pasado, el cual era de 102 muertes en siete días, justo cuando las vacunas no estaban ampliamente disponibles.
A mediados de enero, las muertes alcanzaron un máximo de 175 por día, según un análisis del Empire Center for Public Policy; hace un año, hubo de 8,000 a 9,000 hospitalizaciones relacionadas con el covid-19.
Pero se debe tener en cuenta que un número récord de personas, más de 21,000 cada viernes y sábado, dieron positivo por covid-19 en los últimos días en todo el estado.
“Las hospitalizaciones y muertes por covid-19 en Nueva York permanecen muy por debajo de los niveles de la misma época del año pasado. Con altos niveles de vacunación más un fuerte aumento en las pruebas en la actualidad, el recuento de casos por sí solo es más engañoso que nunca ”, tuiteó el analista senior del Empire Center, EJ McMahon .
Sin embargo, el aumento de la variante del virus, Ómicron, aún podría abrumar a los hospitales, interrumpir la atención al paciente y agotar al personal médico, lo que provocaría escasez de mano de obra.
“No podemos mantener un sistema de atención médica en un nivel de crisis para siempre. El sistema de salud no está construido para lidiar constantemente en un modo de crisis ”, agregó.
El jurado aún está haciendo cálculos sobre cuántas personas se enfermarán o tendrán síntomas leves o no presentarán síntomas del último brote de Ómicron o terminarán hospitalizados. Naturalmente, eso no será evidente hasta dentro de unas semanas.
La alta transmisión del Ómicron es motivo de preocupación y la gente debe tomar precauciones, han dicho expertos en salud pública.