Tire y jala
Tire y jala
Tanto salud como educación son derechos fundamentales garantizados por la Constitución, pero a la hora de ponderarlos debe primar la salud y más aún la de los niños.
Los índices epidemiológicos marcan una tendencia a la baja en Guayaquil y con ello se han dejado sin efecto la resolución y las pugnas por suspender las clases presenciales en la urbe. Tanto salud como educación son derechos fundamentales garantizados por la Constitución, pero a la hora de ponderarlos debe primar la salud y más aún la de los niños, tal y como ocurrió durante el 2020 en el fragor de la pandemia, cuando se defendió el derecho a la educación utilizando nuevas formas virtuales que, sin temor a equivocarme, llegaron para quedarse en estos tiempos de COVID.
Muchos hogares celebran que sus hijos finalmente regresarán a clases presenciales, pero me parece una barbaridad la descoordinación que ocurrió entre el Ejecutivo y el COE cantonal respecto de este tema.
Es competencia y responsabilidad del Ejecutivo, entre otras, supervisar la actividad de los órganos de la Administración Pública Central y órganos de la Administración Pública Seccional y prevenir, dentro de lo prescrito en la Constitución y leyes, los conflictos sociales en el territorio de su competencia. ¿Qué pasó? No debieron permitir que nuestros estudiantes paguen los platos rotos de esta falta de coordinación que debió ser resuelta por los representantes del Ejecutivo y prevenir el conflicto social.
Si sabían de antemano que la posición de la Alcaldía de Guayaquil, siguiendo las cifras de la pandemia, era contraria a la del Ministerio de Educación, formada con estadísticas diferentes, ¿por qué no se reunieron para revisar posiciones y dictar políticas públicas consensuadas entre el Gobierno central y local? En su lugar se agarraron en un tire y jala, midiendo fuerzas, mientras los estudiantes deambulaban en las puertas de los centros educativos sin saber qué hacer.
La experiencia no es un accidente y el representante del Ejecutivo tiene una triste descoordinación en Guayaquil. Esperemos que, por el bien de la ciudad, este tipo de situaciones no se repitan. Ahora deben enfocarse en solucionar el tema de la inseguridad que es de exclusiva responsabilidad de la administración central.
OPINIÓN
Por Diana Acosta
En especial para Ecuador News
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