El cambio con un clic
El cambio con un clic
La historia de la humanidad nos trae ejemplos de personas cuyos liderazgos han provocado cambios importantes en el comportamiento de nuestras sociedades. Personajes, como Nelson Mandela, Martin Luther King o Mahatma Gandhi, nos demuestran que es posible persuadir para generar la conciencia del cambio que necesitan las sociedades para ser más inclusivas, y dejar atrás las conductas de discrimen, racismo y segregación.
Pero los cambios estructurales no son fáciles. Hay quienes tienen la capacidad de comprender dicha necesidad y promueven transformaciones, inclusive con graves riesgos personales. Por otro lado, hay quienes oponen una resistencia a cualquier cambio, dado que creen que ello implica perder sus canonjías y sus parcelas de poder. Sin embargo, lo que más preocupan son aquellos que se colocan en un umbral de inmovilismo y solamente esperan recibir sin aportar. Estos últimos son un peligro para las democracias, que centran su razón vital en la participación colectiva.
La participación social, política, cultural, o de cualquier otra índole, dinamiza a las sociedades para enfrentar los retos que trae cada etapa de la historia. Sin esos visionarios, no habría quienes conduzcan a las sociedades hacia mejores sistemas de gobernanza, más eficientes y eficaces.
Actualmente asistimos a la expansión de la era tecnológica de inmensas capacidades para inducir y provocar cambios de toda índole, sin recurrir necesariamente a las acciones participativas, al debate enriquecedor y al logro de consensos vitales para una visión de conjunto del futuro de nuestras sociedades.
Agravado por la pandemia, hoy vemos un nuevo tipo de activismo, que cree que el cambio se logra con aplastar una tecla, sin involucrarse, sin ensuciarse las manos, sin argüir las posiciones y sostenerlas en un debate con otros. Basta con un “clic” para opinar sin responsabilidad y, en la mayoría de casos, cubriendo su nombre y rostro con el anonimato. Esos son un gran peligro para las democracias participativas.
OPINIÓN
Por Canciller Luis Gallegos Chiriboga
Ecuador News
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