Entre la dignidad y la deshonra
Entre la dignidad y la deshonra
Hechos como la abstención de Unes frente a la Ley tributaria, la votación de diputados del oficialismo por la amnistía de los rebeldes de octubre, el nombramiento de funcionarios correístas en su gabinete y hoy el silencio de las diferentes instancias gubernamentales frente al proceso de habeas corpus que permite la salida de Glas de la cárcel, hablan por sí solos de un pacto expreso o tácito.
El argumento del ejecutivo de “respetar la independencia de poderes” no solo que no convence, sino que resulta ingenuo e irresponsable, ingenuo porque el proceso fue viciado en casi su totalidad, según juristas de alta reputación e irresponsable porque equivale a ver robar y no actuar. La expresión:
No solo eres responsable de lo que haces, sino de lo que no haces, de lo que no defiendes y de lo que callas, exime de más ilustraciones.
Con pacto o no, el presidente ha entrado en un laberinto y tal cual las cosas, encontrar la salida es muy compleja.
Los favorecidos no serán gratos y quienes le entregaron la confianza en la búsqueda de un país mejor, libre de populismo y corrupción, jueces implacables ante la quiebra de la palabra comprometida en campaña.
A sabiendas que el Ecuador ha empeorado su gobernabilidad, el presidente Lasso tiene aún dos opciones, retirarse con dignidad, demostrando respeto hacia él mismo y hacia los demás, denunciando los sucios entramados de la política actual o vivir la deshonra, el descrédito y la vergüenza, por haber dejado pasar hechos tan repudiables que desdicen de un país democrático a cambio de seguir conservando la silla de Carondelet.
OPINIÓN
María Herrera Heredia
Especial para Ecuador News
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