“Democracia o caos, esa es la gran batalla”
Ecuador: “Democracia o caos, esa es la gran batalla”
Indígenas continuarán el movimiento pese a que Presidente Lasso ya cedió
El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, dirigió un mensaje al país a una semana de iniciadas las protestas de los gremios indígenas. Señala que está listo a seguir dialogando, pero que la contraparte sólo busca botarlo del cargo.
El Presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, aseguró en las últimas horas, que no permitirá que se imponga el caos en el país, durante las manifestaciones contra el Gobierno por la carestía de la vida que, en su opinión, sólo “buscan botar al presidente”.
“Estoy aquí para proteger a los ciudadanos. Lucharé siempre por defender la democracia y la voluntad del pueblo ecuatoriano. No permitiré que se imponga el caos”, escribió Lasso en su cuenta de Twitter.
El mandatario acompañó el mensaje con un video con su voz en el que se lo aprecia en reuniones con líderes indígenas en distintos momentos de su Gobierno, y en el que apuntó que desde su administración ha “tendido la mano” y “llamado al diálogo, pero ellos no quieren la paz”, dijo sin referirse a ninguna persona en particular.
El video incluye imágenes de las protestas de octubre del 2019, lideradas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), una de las principales convocantes de las manifestaciones que comenzaron el lunes de la semana anterior.
En los disturbios del 2019, que comenzaron por un decreto que eliminaba históricos subsidios a la gasolina -luego derogado para aplacar las protestas-, murieron una decena de personas y más de 1.500 resultaron heridas; de ellas, 435 miembros de las fuerzas de seguridad.
Ecuador quedó paralizado en gran medida del 3 al 13 de octubre del 2019 por los disturbios ubicados principalmente en el centro de Quito y el bloqueo de vías cruciales del territorio nacional.
Las exigencias
En esta ocasión los manifestantes intentaban a llegar a la capital ecuatoriana para mostrar su rechazo a las políticas del Gobierno, mientras grupos de derechos humanos exigen la derogatoria del estado de excepción decretado por Lasso con el propósito de contener el avance indígena en las tres provincias donde se han registrado más protestas.
Ecuador cumplió una semana de protestas contra el Gobierno por la carestía de la vida, y lo hizo con el primer manifestante fallecido, una persona que cayó a una quebrada en su intento por llegar a Quito, donde el movimiento indígena quería concentrar la movilización y desafiar el estado de excepción decretado por Lasso.
La muerte del manifestante fue denunciada por la Alianza de Organizaciones por los Derechos Humanos y confirmada a la agencia de noticias Efe por la Policía Nacional, aunque según su versión “tres manifestantes cayeron a una quebrada y uno de ellos murió,
pero no fue en enfrentamiento”.
Las concesiones del Gobierno
El movimiento indígena liderado por Leonidas Iza, se niega de momento a entablar un diálogo ofrecido en reiteradas ocasiones por Lasso. Iza anunció que las protestas siguen en pie pese a que Lasso cedió a varias de las diez demandas que exige la Conaie.
El presidente aprobó la subvención hasta un 50% de la urea, condonó las deudas vencidas de familias campesinas de hasta 3.000 dólares, redujo la tasa de interés del 10% al 5% para los créditos vigentes, aumentó el bono de desarrollo humano de 50 a 55 dólares y dobló el presupuesto para la educación intercultural.
La opositora Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), que participó en revueltas que derrocaron a tres mandatarios entre 1997 y 2005, impulsan las marchas y bloqueos de rutas para reclamar también al Ejecutivo una rebaja de los precios de combustibles.
Miles de indígenas llegaron finalmente este 20 de junio a Quito en el octavo día de protestas contra el gobierno de Guillermo Lasso. Tras su llegada, en la que hubo enfrentamientos con la policía, el gobierno de Lasso decidió ampliar el Estado de excepción de tres a seis provincias.
Al mismo tiempo, el presidente Lasso aseguró que están atendiendo las demandas de la población: “Estamos atendiendo las legítimas demandas ciudadanas. Su respuesta: más violencia, nuevas amenazas de atacar a Quito. No podemos permitir que unos pocos violentos impidan trabajar a millones de ecuatorianos. No vamos a permitir que se enfrente pueblo contra pueblo. (…) El Ecuador elige la democracia, nunca el caos”, afirmó el jefe de Estado en otro video publicado en Twitter.
A pie, en motocicletas y en abarrotados camiones, los indígenas iniciaron una marcha pacífica desde el sector de Cutuglagua, en la entrada sur de la capital. Al final se concentraron en universidades que sirven de albergue en el norte de la ciudad, de tres millones de habitantes.
“Marcha pacífica”
Ramiro Guamani, de la Unión de Organizaciones Campesinas del Norte de Cotopaxi, recalca en entrevista con la agencia RFI que no son “vandálicos”: “Vamos a demostrar que el pueblo indígena somos gente de paz y vamos a ir a una caravana, nos vamos a adentrar en el centro de Quito (…) con una marcha pacífica”.
El objetivo del movimiento no es “botar” al presidente Lasso: “Si él escucha, si él cumple las propuestas que hemos planteado, volveremos a nuestras casitas; si no cumple todas estas propuestas, continuamos con esa lucha”, agrega Guamani.
Los sectores indígenas, sostienen que el Ejecutivo sólo busca una salida para su propio beneficio y no para los sectores más vulnerables del país.
Cortes en las principales avenidas del país, enfrentamientos entre los manifestantes y la policía, represión, vandalismo, saqueos y desabastecimiento de ciertos alimentos en Ecuador, han sido parte de las últimas horas del paro nacional. El mayor movimiento indígena del país, la Conaie, resolvió movilizarse a la capital ecuatoriana como medida de hecho para lograr el cumplimiento de sus exigencias que se basan en 10 demandas.
Desde las comunidades de las principales provincias andinas del país, cientos de personas emprendieron su rumbo en dirección a Quito, donde varias comunas que habitan en los ingresos de la ciudad fueron acomodando el camino para recibirlos.
Los cortes de vías con llantas y ramas de árboles encendidos, se han postrado en los principales accesos del norte y sur de la capital, irrumpiendo el paso.
El Gobierno Nacional como medida para detener el avance de la movilización indígena, desplegó a la policía y militares a las calles para despejar las vías, ocasionando diferentes enfrentamientos. Uno de esos terminó convirtiéndose en uno de los más violentos desde el inicio del paro.
Van a continuar
Los grupos indígenas han dicho que las protestas continuarán de forma indefinida.
En un principio, las manifestaciones se concentraron en la región norteña de Pichincha, que incluye a la capital, Quito, y los vecinos Cotopaxi e Imbabura. Pero en la mayoría de las 24 provincias ecuatorianas ha habido algún tipo de movilización.
El presidente Lasso decretó el viernes por la noche el estado de excepción por 30 días en las tres regiones más afectadas para garantizar, dijo, «la defensa de nuestra capital y nuestro país».
Pero este lunes emitió un nuevo decreto de emergencia para incluir a las provincias de Chimborazo, Tungurahua y Pastaza.
Aseguró el Presidente que el sábado pasado dio respuesta a las demandas de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), que ha convocado las protestas, en temas de salud, educación, y economía.
«Estamos atendiendo las legítimas demandas ciudadanas. Su respuesta (de la Conaie), más violencia. Nuevas amenazas de atacar a Quito», señaló Lasso.
Con el decreto de estado de excepción, el Estado restringe el libre tránsito y permite que las autoridades implementen el uso «progresivo de la fuerza» para «neutralizar las acciones violentas».
Las protestas fueron convocadas por la Conaie, grupo creado en 1986 y que aglutina a las poblaciones originarias del país. El líder del movimiento, Leonidas Iza, fue uno de los protagonistas hasta antes de ser detenido -y liberado el 15 de junio-.
Iza, de 40 años, comenzó a dirigir la Conaie en 2021, pero se forjó como líder durante las protestas de 2019, cuando organizaba grupos campesinos para que se manifestaran en contra del alza del combustible luego de varias medidas impuestas por el gobierno del entonces presidente Lenín Moreno. El sábado pidió a Lasso que escuche los reclamos de quienes protestan y le sugirió «tener cinco sentidos para entender la realidad de la mayoría del pueblo ecuatoriano». «Estamos viviendo absolutamente en la crisis y (…) no soportamos más», dijo.
De acuerdo con medios locales, además de la Conaie se unieron a las manifestaciones gremios de trabajadores y estudiantes universitarios.
Ya se dijo que uno de los principales reclamos de los manifestantes es el control de precios del combustible. El precio del diésel casi se duplicó, de US$1 a US$1,90 por galón (3,8 litros), y la gasolina aumentó de US$1,75 a US$2,55, según estimaciones de la agencia AFP.
En las protestas también se pide la protección de los territorios indígenas, así como el aumento del gasto público en áreas medulares del gobierno.
En un intento por calmar las manifestaciones, Lasso anunció igualmente el viernes un aumento en el subsidio mensual para las familias más pobres de Ecuador.
El valor del bono de desarrollo humano subirá de US$50 a US$55.
Además, la agencia Efe informó que el gobierno condonará créditos vencidos de hasta US$3.000 en el Banco Estatal de Desarrollo y que subsidiará a pequeños y medianos agricultores con la mitad del costo de fertilizantes. De la misma forma, el presidente declaró un estado de emergencia para el sistema de salud pública del país y prometió duplicar el presupuesto de la educación intercultural para las comunidades indígenas.
También abrió créditos de hasta US$5.000 para los agricultores al 1% de interés y a 30 años de plazo. Lasso no habló, sin embargo, sobre el precio del combustible, tampoco sobre los presupuestos de educación y salud ni sobre los derechos laborales.
El movimiento ha causado desabastecimiento de productos básicos y el encarecimiento de los mismo. Aparte de que los que protestan no permiten abrir los establecimientos so pena de destruirlos. Las fuerzas militares, se informó, han anunciado que serán más severas a partir de este martes, con el fin de retablecer el orden. Hasta los vuelos comerciales y el transporte terrestre han resultado afectados.
TEMA DE PORTADA
Por la corresponsalía en Quito
de Ecuador News y agencias asociadas.
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