Y SI HABLAMOS DE POESÍA?
Mientras unos hablan de guerra, de violencia, de muerte, un grupo de poetas del mundo nos hemos reunido para hablar de la paz, y no es que no tocamos los temas problemáticos, los dolorosos, los de los enfrentamientos, pero lo hacemos con un abordaje diferente, teniendo en la mente mucho de lo que el ser humano puede y debe hacer de positivo para preservar la condición de seres humanos.
Este es el cometido de más de un centenar de poetas de los diferentes lugares, de varios continentes, reunidos en la ciudad de Manta, en Manabí, a lo largo de toda esta semana. Empezaron a llegar desde las diversas latitudes, cargados de libros, de palabras, de versos, sintiendo que las palabras podrían sembrarse, de tal manera que se ofreciera a los más jóvenes atisbos de esperanza.
Manta cuenta con escenarios adecuados, provistos por la Municipalidad de esta ciudad que está festejando su primer aniversario de cantonización y de una universidad, la ULEAM que se caracteriza por su mentalidad abierta a los cambios, sin dejar de hundir sus raíces en las razones que le dieron nacimiento y en su capacidad de servicio y de vinculación con la comunidad.
Hay poetas que prefieren hablar del amor, otros denuncian las realidades duras de las que son parte o que encuentran en los caminos por los cuales transitan, unos son duros con las expresiones, otros acarician con las palabras. Unos hacen soñar a sus lectores con mundo imaginados, otros gravitan en torno al absurdo o a reflejar las realidades duras de la pobreza y del desencanto.
La diversidad de los poetas convocados en Manta por las autoridades locales, la ULEAM, fundación FIDAL, el World Poets Congress, La Academia Mundial de Arte y Cultura, son un testimonio de la fuerza de la palabra en este mundo que aparece como más complejo y hasta deshumanizado. Por ello es tan refrescante participar en eventos en los que los poetas hablan y las multitudes escuchan, sobre todo si son los estudiantes los que absorben la siembra de palabras que a su paso riegan.
OPINIONES
ROSALÍA ARTEAGA SERRANO
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