Para Occidente, todo vale para destruir a Rusia
Por Rodolfo Bueno
En la 59.ª Conferencia de Seguridad de Múnich, algunos invitados atacaron a Rusia por su operación militar especial en Ucrania. A pesar de reconocer que desde la reunificación legal de Crimea con Rusia, en 2014, la OTAN ha ayudado y ha entrenado al Ejército Ucraniano para que derrote a los rebeldes del Donbass y que las sanciones anti rusas fueron concebidas dos meses antes del inicio de esta operación militar en Ucrania, justificaron su actitud con el bodrio de que, sin importar el riesgo de que se inicie la Tercera Guerra Mundial, se debe evitar que el Presidente Putin gane, porque con su victoria todos serían vulnerables, por lo que apoyar a Kiev redunda en el interés y la seguridad de Occidente y se mantendrán las acciones tomadas para derrotar a Rusia, porque luchan por su propia existencia. En un metalenguaje mucho más claro, complotan. Dmitri Medvédev, vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, condenó esas declaraciones: “Lo traduzco al ruso claro: el riesgo de iniciar la Tercera Guerra Mundial es significativamente menor que el riesgo de la victoria de nuestro país. Monstruos. Odian y temen”.
Josep Borrell, alto representante de la UE para Relaciones Exteriores, expresó: “Los ucranianos obtienen muchos aplausos y pocas municiones, esa es la paradoja. Necesitan menos aplausos y mejor suministro de armas”, e instó a que se pase de las palabras a los hechos, pues Rusia no puede ganar la guerra y se debe armar a Ucrania porque beneficia a la seguridad; esta guerra es un desafío existencial para Europa.
Sin duda, sus habilidades diplomáticas son ampliamente superadas por su belicosidad ciega, que le impide ver que porta una antorcha encendida dentro de un polvorín.
Donald Trump los pone en su sitio: “Debido a los belicistas, los globalistas y las cloacas del Estado profundo en el Pentágono, el Departamento de Estado y el complejo militar industrial, la tercera guerra mundial está más cerca que nunca… Una de las causas por las cuales fui el único presidente que en generaciones no inició ninguna guerra es porque fui el único gobernante que en Washington rechazaba las recomendaciones catastróficas de muchos generales, de burócratas y de los llamados ‘diplomáticos’, que sólo saben entrar en conflictos, pero no, cómo salir”.
Trump recordó a la subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos, Victoria Nuland, y demás personas obsesionadas con el ingreso de Ucrania a la OTAN, que buscaron durante mucho tiempo la confrontación, por lo que el mundo está hoy al borde de la guerra mundial y que, para remediar esta situación, EEUU tiene que deshacerse del establecimiento globalista corrupto que ha arruinado cada decisión importante en política exterior durante décadas, y eso incluye al Presidente Biden, sobre quien su propia gente dijo que nunca ha tomado una buena decisión respecto a otros países y guerras. Por esta manera de opinar le robaron la elección presidencial.
Vale recordar que el nacionalismo de extrema derecha ucraniano cobró especial fuerza luego del sangriento golpe de Estado de 2014, a partir del cual la ideología fascista se difundió entre las Fuerzas Armadas de Ucrania, cuyos soldados comenzaron a portar insignias nazis. Incluso, Kiev otorgó a una de sus brigadas el nombre de ‘Edelweiss’, división hitleriana que participó en la deportación de judíos y en operaciones punitivas contra guerrilleros en Yugoslavia, Italia, Checoslovaquia…
El 21 de febrero, durante su mensaje anual al Parlamento Ruso, el Presidente Putin, al referirse a los que en Múnich complotaron contra Rusia, dijo: “A ellos, disculpen el mal gusto, les importa un bledo. No les importa por quién apuestan en su lucha contra nosotros, contra Rusia. Lo principal es luchar contra nosotros, y por ende, pueden usar a todo el mundo, a terroristas, neonazis, hasta al diablo, sólo para cumplir la voluntad, servir como un arma contra Rusia, para ello recurren al método de la mentira y juegan con la vida de la gente”.
Hizo hincapié en que a finales de 2021, Moscú se ofreció a dialogar con Occidente, a pesar de la expansión de la OTAN hacia las fronteras rusas y del aumento del despliegue de sistemas de defensa antiaérea y de contingentes militares en Europa y Asia. “Ningún otro país en el mundo tiene tantas bases militares en el extranjero como EEUU. Hay cientos, quiero recalcar, cientos de bases en todo el mundo, todo el planeta está salpicado de ellas, solo hay que mirar el mapa”.
Putin dijo que hace un año, con el fin de proteger a los habitantes de históricas tierras rusas y eliminar la amenaza que representa el régimen neonazi de Ucrania desde el golpe de 2014, se tomó la decisión de realizar una operación militar especial. Recordó que el Donbass luchó por el derecho de vivir en su suelo, hablar su lengua materna y no se rindió al bloqueo, a los bombardeos constantes y al odio abierto del régimen de Kiev, esperó y tuvo fe en el rescate por parte de Rusia.
Recalcó que son las élites occidentales y las autoridades de Kiev quienes tienen la culpa por el estallido del conflicto en Ucrania. “Quiero repetirlo: son ellos quienes desencadenaron la guerra y nosotros usamos la fuerza y la estamos utilizando para detenerla… Occidente persigue el objetivo de asestar a Moscú una derrota estratégica, en el sentido de acabar con Rusia de una vez por todas, y que el principal propósito de Rusia es defender su propio hogar al mismo tiempo que ellos buscan obtener la hegemonía total a nivel mundial”.
Luego anunció que Rusia suspende su participación en el START III, tratado que establece límites al arsenal estratégico de EEUU y Rusia; el 5 de febrero de 2018, ambos países alcanzaron los límites establecidos en dicho tratado. Con la finalidad de verificar su cumplimiento, se realizaban inspecciones periódicas y rondas de vigilancia satelital. Después de que Washington rompiera en agosto de 2019 el Tratado INF de misiles de corto y medio alcance, el START III es el único acuerdo de armas que vincula a la Casa Blanca y el Kremlin.
Explicó que la OTAN hizo una declaración, en la que, de facto, exigía la admisión de inspecciones a las instalaciones nucleares y de defensa de Rusia. “Ni siquiera sé cómo llamarlo. Es un teatro del absurdo… El objetivo de la OTAN es infligir una derrota estratégica a Rusia. Y van a pasear por nuestras instalaciones como si nada”. Dijo que el tratado se firmó cuando Rusia y EEUU no eran oponentes, ahora “todo quedó en el pasado. Nuestras relaciones, factor muy importante, se han degradado. Y ese mérito es completamente de EEUU. Fueron ellos quienes, después del colapso de la Unión Soviética, comenzaron a revisar los resultados de la Segunda Guerra Mundial, a construir un mundo al estilo americano, en el que existe sólo un amo, un señor… Para ello, comenzaron a destruir las reglas establecidas después de la Segunda Guerra Mundial. Paso a paso, comenzaron a revisar el orden existente, y a desmantelar los sistemas de seguridad y el control de las armas”, razón por la que Rusia suspende su participación en el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas. “Reitero: no sale del acuerdo, sino que suspende su participación… Antes de regresar a la discusión sobre esta cuestión, debemos entender qué reclaman los países de la OTAN como Francia y Reino Unido y cómo vamos a contabilizar sus arsenales estratégicos, es decir, el potencial total de ataque de la alianza”.
Los líderes occidentales criticaron esta decisión, la calificaron de retórica nuclear irresponsable de Rusia, que destruye el sistema de seguridad internacional creado después de la guerra fría, pero que eso no les distraerá ni disuadirá de apoyar a Ucrania. Serguéi Riabkov, viceministro de Exteriores de Rusia, declaró: “El futuro del nuevo Tratado sobre la Reducción de Armas Estratégicas, START III, dependerá totalmente de Estados Unidos, de qué decisiones tome y de qué política aplique”.
Dmitri Suslov, subdirector de la Escuela Superior de Economía, subrayó que la suspensión fue una decisión necesaria y estabilizadora, porque hoy en día la principal amenaza para la estabilidad estratégica y la razón principal para la guerra nuclear no es la presencia o la ausencia del START III. No se trata de si hay inspecciones o no, sino de la guerra híbrida que EEUU lleva a cabo contra Rusia y su política respecto al conflicto ucraniano y al gobierno ruso. Sus acciones en Ucrania son la principal amenaza para la estabilidad estratégica, por lo que la decisión de Putin sacó a EEUU de esa zona de confort en la que podía insistir en llevar a cabo las inspecciones habituales relacionadas con el START III, mientras continuaba sin riesgos su guerra híbrida contra Rusia. Tenía así la ilusión de que no había amenaza de guerra nuclear y le infligía a Rusia una derrota estratégica. La medida de Putin le muestra a Biden que la guerra híbrida estadounidense contra Rusia socava la estabilidad estratégica. Esto explica la reacción virulenta de Occidente, la decisión tomada por Moscú golpeó donde más les duele, en el dominio imperial.
OPINIÓN
Por Rodolfo Bueno
Corresponsal de Ecuador News en Quito
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