«Es un país que se hunde»
Torturado y asesinado el empresario clave en el principal escándalo del Gobierno de Lasso
Los investigadores sospechaban que Rubén Cherres, de 63 años, tenía conexiones con el narcotráfico.
Se habla de ejecuciones, torturas, empresarios corruptos y la trama que dio inicio al pressing parlamentario contra el presidente de Ecuador. Y lo que le faltaba a Guillermo Lasso: no sólo enfrenta una oleada de violencia inédita en el país andino, sino que también que convencer a un grupo de diputados para no ser destituido cuando ni siquiera ha cumplido dos años en el Palacio de Carondelet.
La noticia bomba saltó el pasado viernes, cuando un exministro de Interior de Rafael Correa, el gran rival de Lasso, avisó a través de sus redes sociales que el polémico empresario Rubén Cherres era una de las cuatro víctimas mortales encontradas en una vivienda de la costeña Punta Blanca.
Prófugo
Sobre Cherres pesaba una orden de detención desde enero, no ejecutada, y una investigación de la Fiscalía por sus oscuros negocios con Danilo Carrera, cuñado del presidente. Sin duda, una pieza clave en el principal escándalo del gobierno de Lasso.
Ambos personajes protagonizan el caso Gran Padrino, entramado de corrupción en empresas públicas que la oposición parlamentaria incluyó en su informe para abrir el juicio político contra Lasso. Además, los investigadores sospechaban que Cherres, de 63 años, tenía conexiones con el narcotráfico, que se ha extendido por Ecuador tan rápidamente como en su día lo hizo el Covid. Incluso en su contra figuran ciertos vínculos con la conocida como mafia albanesa.
En la sangrienta escena del crimen también estaban los cuerpos de la novia del empresario, de un amigo y de un guardia de seguridad, todos ellos maniatados, con signos de tortura y con impactos de bala.
Cherres permaneció entre los bastidores mediáticos hasta que su nombre trascendió a la opinión pública con la investigación realizada por el medio La Posta, que incluía audios donde se pavoneaba de quitar y poner a miembros del gobierno a cambio de dinero y favores. Todo ello, según sus propias palabras, gracias a su cercanía al cuñado del presidente, que este ha desmentido públicamente.
«Esto cada vez más huele a podrido. ¡Qué te hicieron, patria!», vociferó el expresidente Correa, prófugo de la justicia ecuatoriana tras ser condenado a ocho años de cárcel.
Mas sombras
El asesinato de Cherres añade más sombras a la deriva política de sufre Ecuador, pese a que el caso Gran Padrino finalmente no forma parte del veredicto emitido esta semana por la Corte Constitucional para dar vía libre al proceso de impeachment presidencial. El juicio político se ha reducido a un solo supuesto, presunto delito de peculado, tras desecharse los cargos de concusión.
Según la acusación, Lasso habría conocido y consentido la adjudicación de contratos petroleros en perjuicio de empresas públicas, en lo que nada tiene que ver Cherres. Un caso denunciado en su día por el periodista y asambleísta Fernando Villavicencio, que se basa en un contrato que, asegura, contó con el visto bueno de Mireya Pazmiño, diputada rebelde del partido indígena Pachakutik y acusadora en el juicio político contra Lasso. Acusados y acusadores en el mismo saco político.
«Es un país que se hunde», se lamentó el analista político Pedro Donoso. Lasso enfrenta su impeachment con casi todo en contra, porque la alianza contranatura de los diputados de la revolución de Correa y los asambleístas del Partido Social Cristiano (populistas de derecha), más el apoyo de los rebeldes de Pachakutik y los disidentes de Izquierda Democrática, cuentan de momento con los 92 de 137 escaños necesarios para aprobar la destitución.
El mandatario conservador asegura que enfrenta un «ataque sistemático, mafioso y mediático, que pretende enlodar mi nombre y el de mi hogar. Eso se llama asesinato de la reputación».
En paralelo a la embestida política, supuestamente dirigida por Correa desde el exterior, Ecuador sufre una ola de violencia inédita, que en las últimas horas se ha cobrado más víctimas además de los cuatro asesinados en la masacre de Punta Blanca.
La inseguridad aterra a los ecuatorianos, que han visto cómo aparecía la cabeza amputada de un chófer en Esmeraldas y cómo en un atentado contra un comercio de Manabí fallecía una persona y varias resultaban heridas.
Todo ello después de que esta semana vivieron en directo el desenlace, feliz en esta ocasión, de la odisea de un vigilante de una joyería convertido en hombre bomba para extorsionar a sus jefes (lo informamos en otra página de esta edición).
Cuerpos incinerados, tiroteos contra clubes nocturnos, espectaculares atracos a bancos, sicariatos contra comerciantes, secuestros de empresarios y las conmovedoras lágrimas de una joven llorando junto al cadáver de su madre tiroteada. Y todo ello en unas pocas horas.
No había presentado su declaración de impuestos
Según el portal del Servicio de Rentas Internas (SRI), su nombre completo es Rubén David Chérres Faggioni. Tenía 63 años de edad, y un historial fiscal desde el 2009.
Sin embargo, según consta en el portal de la entidad tributaria, Chérres no había presentado su declaración de impuesto a la renta desde ese año con la excepción que, en 2014 y 2021, pagó $ 0 en impuestos.
Asimismo, el portal reporta que Chérres sí había pagado el impuesto a la salida de divisas en ocho de los últimos 12 años, siendo 2022 el periodo fiscal donde más dinero pagó de este tributo ($142,83).
Pese a su incierto aporte fiscal, según el portal de información de la Superintendencia de Compañías, Cherres Faggioni figuraba como gerente de Agricolasas S.A.S e Inmobirealstate S.A. Asimismo, constaba como accionista en las siguientes empresas:
• Construcciones de Obras Civiles Consobrivsa S.A.A
• Agricolasas S.A.S.
• Inmobirealstate S.A.
• Drixsa S.A.
• Drisard S.A.
Inmobirealstate S.A., según consta en la ‘Super’ de Compañías, se encuentra activa y fue constituida en 2018. Su actividad económica, según registra la entidad, era la industria de la construcción en todas sus fases, construcción de edificios y de inmuebles residenciales.
Por su parte, Agricolasas S.A.S. también se encuentra activa y fue constituida en 2021. Su giro de negocio, según señala el portal, era el cultivo de bananos y plátanos; y su venta.
Por otro lado, Chérres no registraba, hasta hace un mes, patrimonio en la Contraloría General del Estado por no haber fungido como funcionario público y tampoco registraba títulos en la Senescyt.
El nombre de Rubén David Cherres Faggioni surgió a partir de una serie de publicaciones de una investigación del medio digital La Posta, denominada ‘El Gran Padrino’, que mostraba una supuesta trama de corrupción en las empresas públicas del país y que, en su entrega más reciente, tendría conexiones con la mafia albanesa.
En dichas entregas, constan audios donde Rubéb Cherres habría gestionando cargos a cambio de dinero, incluso, dirigidos al cuñado del primer mandatario, Danilo Carrera.
Estas revelaciones conllevó a que la Fiscalía General del Estado inicie su propia investigación con el caso Encuentro.
La escena del crimen en Punta Blanca
El hallazgo de cuatro cuerpos en una de las casas de Punta Blanca alarmó a lugareños y turistas, este viernes 31 de marzo. Un hombre halló a su compañero, un guardia cuya identidad es Juan Ángel Perero. La víctima estaba en una cocina, maniatado y con varios disparos de arma de fuego.
Sobre la tarde, el ministro del Interior, Juan Zapata, confirmó que una de las víctimas es Rubén Cherres, a quien se lo vinculó con la mafia albanesa y con una persona del círculo cercano del presidente Guillermo Lasso. «Tras el evento suscitado en Punta Blanca, provincia de Santa Elena, se confirma el fallecimiento de Rubén Cherres», dijo Zapata.
Según los primeros datos, las víctimas habían llegado a ese lugar en la noche del jueves pasado. El cuerpo del guardia yacía en un pequeño anexo de la villa que tiene vista al mar, mientras que las otras tres personas, dos hombres y una mujer, estaban en el área principal del inmueble. La casa estaba cerrada y nadie se percató del crimen, que pudo haber ocurrido en horas de la madrugada.
“La casa había sido arrendada a esas personas desde hace cuatro meses, por lo general ellos llegaban los fines de semana a pasar en la playa. Por aquí no escuchamos disparos”, señaló un trabajador del sector.El 24 de febrero pasado, la Fiscalía informó que solicitó a un juez de Manta que ordene la reapertura de una investigación, que fue archivada, de la que se desprendía una operación policial denominada León de Troya, cuyos hallazgos constaban en un informe.
En la indagación previa, que data de 2021, se investigó a una presunta red de tráfico de drogas vinculada con la mafia albanesa. El Ministerio Público justificó el pedido con base en el hallazgo de nuevos elementos de convicción.
“Luego del análisis respectivo, y al hallar nuevos elementos de convicción, Fiscalía solicita a juez de la Unidad Judicial de Manta reabrir la causa archivada por un fiscal de Manabí, que investigaba una presunta red de tráfico de sustancias sujetas a fiscalización”, comunicó la Fiscalía, a través de su cuenta de la red social Twitter. Esa decisión fue antecedida de un análisis de pertinencia que la fiscal Diana Salazar dispuso en febrero pasado.
ACTUALIDAD
Información de Daniel Lozano/ el Mundo de Madrid
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