Ecuador, un país de rodillas, inseguro, sin progreso y… ¡en la obscuridad!
Desde Huaquillas hasta Tulcán se han encendido las alertas por el corte en el suministro de electricidad en Ecuador. Cuando nos sentimos a obscuras, instintivamente buscamos encender una luz, lamentablemente esta luz no alcanza para desterrar a los ineptos y abrir el camino a los honestos y responsables; las buenas decisiones del nuevo gobierno de Daniel Noboa, pueden ser luz en estas tinieblas.
Los cortes de energía iniciaron el 27 de octubre; los racionamientos sucederán por tres y cuatro horas diarias y dependerán de la distribución que ha preparado cada empresa proveedora de luz en las distintas ciudades del país. Se tomó esta medida para evitar apagones en las noches, debido a la otra crisis, de seguridad, que afronta la nación.
¿Cómo llegó Ecuador a esta situación? Los ecuatorianos no vivían racionamiento desde el 2009 cuando el entonces Presidente Rafael Correa, propuso la construcción de termoeléctricas y se inició con la edificación de los proyectos hidroeléctricos. Pero en los dos últimos años, el país se enfrentó a la sombra de los apagones, por falta de lluvias que hacen funcionar las hidroeléctricas y el pobre mantenimiento de la infraestructura energética, por parte de los organismos encargados.
El país está desconectado a la corriente del desarrollo y encadenado al estancamiento por negligencias oscuras de Cenel (Corporación Nacional de Electricidad de Ecuador), y sus autoridades, quienes caminan arrimados al muro de la verdad, pero siempre delirando mentiras e incapacidad.
Esto ha provocado que ecuador ya no tenga un excedente de suministros, como si ocurrió en años anteriores y que incluso llegó a exportar energía a vecinos países. En este sentido, la generación de electricidad en las centrales hidroeléctricas del Ecuador comenzó a caer a partir del 2023.
Hay 8 hidroeléctricas ubicadas en la cuenca oriental; seis están operando a menos del 50% de su capacidad. Entre ellas están Coca Codo Sinclair y Paute Molino, que son las más grandes del Ecuador. El gobierno ecuatoriano se ha visto en la necesidad de importar electricidad ( 400 mg) de Colombia y 50 mg. De Perú, sin embargo, los apagones siguen poniéndole al pueblo sobre las cuerdas de la obscuridad.
El gobierno de Guillermo Lasso y las autoridades de CENEL, necesitan iluminar sus mentes, para hablar con responsabilidad y dar respuestas transparentes, sobre los motivos reales de esta situación que vive el país. No podemos ver el rostro de los responsables de esta crisis energética, pero podemos percibir quienes deben pagar este descalabro. Están desanimados y hasta desesperados, sólo hablan contra sí mismos con amarguras y para paliar esta crisis, están trabajando con palos de ciego, pero en medio de suculentos sueldos.
Necesitamos de urgencia, luz en las tinieblas y faros de esperanza, donde hemos perdido hasta la fe para encender muchas velas que iluminen poco a poco las mentes de la burocracia eléctrica y brillen los rostros dolidos, serios e indignados del pueblo, por esta monumental irresponsabilidad.
FALTA DE ENERGIA EN LAS AREAS RURALES
La ausencia de electricidad en los establecimientos de educación rural puede tener un impacto en la reducción del abandono escolar en los primeros años de educación. Además, contar con energía eléctrica influye en la disminución del trabajo infantil y sobre todo impacta en la reducción del ciclo de pobreza de la población.
Los campesinos por ausencia de energía no pueden desarrollar otras actividades y están condenados a trabajar solo en la agricultura. No pueden mantener una adecuada comunicación con la población urbana y eso retrasa su integración e incorporación al desarrollo del país. Cientos de miles de compatriotas en la actualidad no cuentan con energía eléctrica, pese a los múltiples pedidos que realizan sus comunidades. Es necesario e impostergable cerrar las brechas entre las áreas urbanas y rurales.
La sierra ecuatoriana es la más afectada en la dotación de energía eléctrica, el gobierno y Cenel saben esta realidad, sin embargo, no hay la motivación necesaria para atender estos requerimientos y postergan una vida digna a miles de compatriotas.
Será que deben resignarse a seguir viviendo en tinieblas en pleno siglo XXI o el Presidente electo Daniel Noboa, pondrá sus ojos, recursos económicos y las obras de electrificación en esta impostergable realidad, o se producirá un nuevo saludo a la bandera y la enésima postergación de un derecho inalienable de esta población?
La demanda de energía eléctrica es decisiva en el desarrollo económico y social y por consiguiente, en el mejoramiento de las condiciones económicas de nuestro país. Debemos inclusive aprovechar la predisposición que tienen los campesinos, de apoyar con su mano de obra, tiempo e incluso dinero para obtener estos servicios, que son obligación del gobierno otorgar.
INMINENTE ALIANZA PÚBLICA PRIVADO
Para superar el déficit energético de 460 megavatios, el Ministerio de Energía inició una licitación de emergencia por 160 millones de dólares para atender esta necesidad. Sin embargo, el proceso tomaría hasta mediados de diciembre para completarse y empezar a suministrar la electricidad necesaria para el país.
Vale recordar que la empresa estadounidense New Fortress Energy en el año 2.021 presentó en su momento al gobierno del Ecuador, una propuesta para hacerse cargo de la concesionaria de la termoeléctrica Termogas Machala por 25 años y fue rechazada.
Además, inversiones para aumentar su capacidad de generación, suministrar el gas natural para alimentar a la termoeléctrica. La inversión inicial propuesta por New Fortress Energy era de 650 millones de dólares.
La empresa propuso un pago inicial de $.200 millones de dólares, más $150 millones para llevar a Termogas Machala a producir 440 megavatios y $.300 millones en inversión de capital para el desarrollo de una terminal para suministrar gas natural licuado. Termogas Machala, es la única termoeléctrica en Ecuador que genera energía usando gas natural para mover sus turbinas.
Por “desgracia” Coca Codo Sinclair no provee la energía para la que fue construida 1.500 Megavatios, tiene aproximadamente 20 mil fisuras, lo que impide un funcionamiento óptimo, pero a cambio, está en permanente reparación. Lo que, si está claro, es que el modelo estatista del gobierno se agotó. Obligatoriamente tiene que ser el sector privado el que ingrese con fuerza.
La situación se puede resolver si la administración gubernamental voltea a ver y analiza los esquemas de asociación público privado, esta opción permitirá que la iniciativa privada invierta también en infra- estructura.
El país, la industria, el comercio requieren energía eléctrica para el crecimiento económico y si el Estado no hace erogaciones, esos recursos pueden ser destinados para otras obras prioritarias y lo más importante, se genera puestos de trabajo, se mueve dinero fresco y se puede atender de manera eficiente con el servicio eléctrico al pueblo.
Mariano Jara
Especial para Ecuador News
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