Noboa propone deportar a alrededor de 1.500 extranjeros presos en Ecuador
El presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, dijo a finales de la semana anterior, que su gobierno considera deportar a unos 1.500 presos extranjeros que han sido condenados a al menos cinco años de prisión para que puedan cumplir sus penas en sus países de origen.
Tras reunirse con autoridades locales en Guayaquil, Noboa anticipó esta posible medida de su administración para reducir las tensiones y el hacinamiento en algunas cárceles ecuatorianas.
“Este es un país de paz que invita a todos a visitarlo, incluso hay gente que viene con todas las ganas de trabajar y hacer las cosas bien, pero el que viene a hacer las cosas mal se va”, dijo en declaraciones reproducidas por la Secretaría de Comunicación de la Presidencia.
Según el censo penitenciario realizado en 2023, Ecuador alberga en sus cárceles a más de 3.000 extranjeros, el 10,4% del total de la población penitenciaria nacional, de los cuales 2.900 eran hombres y 345 mujeres.
Venezolanos, colombianos y peruanos constituyen el 80% de los extranjeros presos en Ecuador, según el presidente.
También afirmó que el Ministerio de Relaciones Exteriores ya se comunicó con sus pares de estos tres países para completar los trámites y concretar el traslado.
Noboa también insistió en su propuesta de construir dos cárceles de máxima seguridad “basadas en modelos exitosos de otros países”, entre ellos México y El Salvador.
El presidente explicó que, según las empresas constructoras, la construcción de estas instalaciones tardará entre diez y doce meses.
“Esperamos comenzar en febrero, y será en zonas aisladas, a desconcentrar lo que hoy se ha convertido en la fábrica del crimen que es la Penitenciaría del Litoral”, dijo Noboa, en referencia al penal más grande y poblado de Ecuador, ubicado en Guayaquil.
El Litoral ha sido escenario de los peores episodios de la serie de masacres carcelarias, donde más de 400 presos han sido asesinados desde 2020 en enfrentamientos entre bandas rivales.
Noboa también ha mencionado las cárceles “flotantes” como una opción temporal para solucionar el hacinamiento hasta que estén instalados los dos nuevos centros de rehabilitación.
Pero aclaró que estas cárceles flotantes también se utilizarían en el mediano plazo para reducir el hacinamiento en el sistema penitenciario, ya que el diseño y construcción de estos barcos también llevaría tiempo.
NOTICIA DE LA SEMANA
Para ver más noticias, descarga la Edición