La Patria boba: Inteligentes, brutos y pillos
Por Antonio Molina
Los ecuatorianos, quienes nos debatimos en una gravísima crisis económica y de inseguridad total impuesta por el narcoterrorismo, ahora, como que estamos obligados a presenciar el enfrentamiento verbal entre un joven presidente en funciones y un ex presidente sentenciado por corrupto y prófugo de la justicia, precisamente, cuando una Asamblea Nacional pone a funcionar toda su capacidad obstruccionista para impedir que el Estado cuente con los recursos para abatir a la delincuencia organizada y poder recuperar la paz y volver a producir.
A más de lo jocoso que resulta para el compatriota de a pie – un carnaval anticipado, diría mejor – los remedos del inglés de barricada que habla Correa, expresado justamente en Londres para explicar la situación del hacker australiano Julián Assange – refugiado por largos 5 años en la embajada de Ecuador ante el Reino Unido –, termina siendo el medio para ocultar el real interés de conocidos políticos de echar una cortina de humo que oculte sus nexos con las bandas narcoterroristas, aupándolas y beneficiándose de sus exacciones.
Correístas y socialcristianos en lo de fondo están unidos – cojean de la misma pata – en los esfuerzos por vapulear el proyecto de ley de carácter económico urgente de Noboa que le proporcione el dinero necesario para pagar el costo de esta guerra atípica contra un enemigo que está viviendo entre nosotros. Tan unidos están hoy en la bellaquería que han practicado toda la vida que, ahora, ellos al verse acorralados por su renuencia, plantean grabar con el 33.3% los sueldos de los compatriotas que ganen mensualmente de 1.000 dólares o más. Lo más grave aún es que, con su maquinaria publicitaria de periodistas formales y de troleros informáticos, pretenden endosar este proyectado impuesto de última hora a la iniciativa del oficialismo.
Tal impuesto, forjado y publicitado perversamente, no consta en el proyecto que cursa en la Asamblea Nacional; pero, les sirve a la RC y al PSC para meterles más miedo a los ecuatorianos, en una abierta, ominosa e irresponsable postura de inclinar la guerra interna a favor del narcoterrorismo. Sin embargo, ninguno de los bandos legislativos tiene los votos necesarios para aprobar, rechazar o archivar la propuesta fundamental de elevar el IVA, del 12 al 15% a todas las transacciones de bienes y servicios, exceptuando los de la canasta familiar, educativos y medicinas. Ya falló la primera votación y la tendencia parecería que se mantiene para la segunda, de modo que entraría en vigencia por el “imperio de la ley”, que podría ser “el acuerdo del desacuerdo” con la intención de que Noboa arrastre las consecuencias electoreras…
Le falló su percepción cuando dijo «yo sí creo que pueden reflexionar, por más que últimamente me dicen que soy bruto y que no me considera una persona inteligente, como lo dijo Correa, mofándose al recordar que “entonces, no sé por qué la gente votó por mí. Diciendo a renglón seguido en tono sarcástico “Because he is nice, because he is handsome, is something incredible», frase que en español significa: «porque es bueno, porque es guapo, es algo increíble». Los legisladores Correístas olvidaron que Rafael Correa subió el IVA del 10 al 12% tras el terremoto del 2016, en Manabí, tal como lo habían hecho antes los socialcristianos, quienes también olvidaron que Febres Cordero elevó el IVA del 6 al 10% cuando el terremoto en el Oriente destruyó el oleoducto Transecuatoriano y el petróleo había descendido a 6 dólares el barril y las arcas del Estado estaban en soletas.
Todo es más claro, ahora: la gravedad de las crisis la califican los políticos electoreros obnubilados por el poder y no pensando en la realidad que la sufre el país. Entonces, ¿Qué necesitamos para entender y asimilar la crisis actual por la agresión del narcoterrorismo, acaso debemos ser más inteligentes, más brutos o más pillos?
OPINIÓN
Antonio Molina
Especial para Ecuador News
Para ver más noticias, descarga la Edición