El futuro en juego
Por: Mauricio Riofrío Cuadrado
La elección de Daniel Noboa depende de varios elementos, unos propios y otros exógenos, no puede darse el lujo de bajar la intensidad de la lucha contra la delincuencia organizada, cuyos adláteres políticos se han vuelto sus adversarios directos.
En relativa paz el sistema carcelario, el manejo de la crisis energética es un tema sensible que podría afectar, si no deja en evidencia que se trata de un problema con muchas aristas y causas, que se remonta a 40 y más años atrás. La falta de visión y previsión, el cambio climático, la corrupción e inoperancia de pasados gobiernos, para ser justos, no pueden adjudicarse a quien sufre las consecuencias en tan poco tiempo de gestión. Eso es así, pésele a quien le pese, digan lo que digan…
El voto duro de la señora González, es sabido, tiene un techo que podría descender por la intervención en la campaña de los cuestionados Ricardo Patiño el de los «pativideos», Diego Borja el chavista partidario de Nicolás Maduro que vociferaba en la calles “fuera Correa fuera» o los inefables hermanos Alvarado procesados, sentenciados y prófugos. Los ciudadanos que fungen de revolucionarios, no pueden, no saben o no quieren, desatarse de las pretensiones, ambiciones y exabruptos del prófugo innombrable que vive desquiciado pendiente del teléfono 24/7. No cabe duda, que se ha convertido en un verdadero problema para sus seguidores, mientras viaja por el mundo en aviones privados.
Jan Topic con una apreciable base electoral (14% no es poco), acertó con su binomio al escoger a Mishell Calvache, mujer frontal que tuvo un desempeño coherente en el CPCCS, al punto que se alejó dignamente de los amarres y componendas. El reto de Topic está en despejar las dudas que pesan sobre los negocios de su familia y de su propia carrera empresarial. Los votos que le faltan están en el nicho de Noboa y los disputará con el movimiento Construye.
A Henry Cucalón no le queda otro camino que subir, se ha rodeado de gente joven y limpia como Carla Larrea su vicepresidente y, ha tenido el buen juicio de transparentar lo que para muchos ha sido siempre un secreto, ha publicado los nombres de quienes conformarían su gabinete, ahí están para el escrutinio público, como corresponde. Diseñar propuestas concretas y no entrar al sucio juego de las polémicas improductivas le dará réditos.
Hay candidatos que por diversas razones, no pasarán de ser un auténtico saludo a la bandera, otros un monumento al cinismo y la audacia,como el caso de Jairala, menos mal se pueden encontrar también cuadros interesantes y de proyección política como Blanca Sacancela.
Sin la pretensión de adivino, este es un pronóstico real que solamente podría cambiar con la llegada de un outsider no nacido todavía, no obstante en política todo puede pasar, porque hasta lo imposible es probable.
Está claro que, el destino de la democracia no se define en las urnas, sino en la capacidad colectiva de imaginar un futuro, donde cada voto sea la expresión de una voluntad libre, informada y comprometida con el bien común.
Gunther Kublik articulista
¡Panas!, reconocer la crisis climática es importante
En la mañana colapsó la corriente del Atlántico Norte y los casquetes polares se derritieron. Hecho seguido, gigantescas tormentas y un súper huracán inundaron Nueva York. Al mismo tiempo, tsunamis y olas de frío extremas azotaron más ciudades del hemisferio norte, llevándose incontables vidas humanas.
Por otro lado, un cambio en la corteza terrestre provocó terremotos masivos, desatando la erupción del supervolcán Yellowstone, destruyendo vastas áreas y cubriéndolo todo con cenizas. En consecuencia, se produjeron mega tsunamis que arrasaron las metrópolis costeras del mundo, inundando poco a poco toda la Tierra.
¿Panas, les suena a nuestro día a día? Pues no, aunque lo parezca, les acabo de resumir dos películas de Roland Emmerich: El Día Después de Mañana (2004) y 2012 (2009).
Crudamente parece que estamos viviendo nuestro propio guion apocalíptico, porque más allá de la crisis energética que nos azota, producto en parte de estiajes históricos, vivimos muchos otros eventos «de película».
Tan solo recordemos que el 25 de septiembre, incendios simultáneos en Quito destrozaron todo a su paso, afectándonos a todos y permanentemente a la flora y fauna. Y que el 2 de octubre, inundaciones devastadoras en el sur de la ciudad nos dejaron con la imagen de vehículos siendo arrastrados, dejando un camino de destrucción a su paso.
Y esto no es todo, hace quince días el huracán Helene segó la vida de más de 250 personas en Estados Unidos. Hoy, es el huracán Milton, fácilmente llamable “súper huracán”, que antes de impactar Florida fue de categoría 5, y el mismísimo Biden lo tachó como el huracán del siglo. Y no, no debemos buscar mucho para conocer otros desastres que afectaron a millones de personas: devastadores terremotos en Afganistán, torrenciales inundaciones en Nepal y Tailandia, arrasadores incendios en Chile, impactantes olas de calor en India y una triste sequía en el Amazonas.
Lo que la madre naturaleza da, lo quita sin siquiera temblar. Ante los inminentes desastres naturales debemos unirnos en comunidad y tomar decisiones a futuro con la asesoría de profesionales técnicos que nos ayuden a minimizar los impactos de vivir en carne propia otra película de Emmerich.
Así que, panas, ojo: nuestras decisiones siempre tienen una consecuencia, y si no la vemos hoy, les aseguro que la palparemos mañana. Como dicen los abuelitos: “El mejor momento para actuar fue ayer, y el segundo mejor es… ahora”. ¡Cuídense!
