¿POR QUÉ GRITAN LOS PASTORES?
Cierto día un amigo, cual lo conocí desde hace cinco de años, de nacionalidad Italiana, me invita a su iglesia cristiana, ubicada no tan cerca de este sector, pero dada la consideración acepte ir de muy buena gana, que ha propósito las mismas podemos verlas por doquier, y en cualquier parte del mundo con la diferencia del nombre; bien, en sentido general, ir a la iglesia es para escuchar las sabias enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo, como a obtener paz en vuestras agitadas vidas.
Resultó muy emotivo de mi parte entrar en aquel sitio sagrado como debería ser, por cuanto algo he leído de la Biblia y he aprendido mucho respecto de las sabias enseñanzas de Dios, Jehová, Jesucristo (a mi entender es uno solo), con todo el respeto de nuestros lectores. Muchos buscan la manera de distorsionar el mensaje de las sagradas escrituras, pero cada quien tendrá que dar cuentas de sus actos ante el Divino. Esto es un tema muy aparte – quizás en su momento lo tomaremos- Entonces nos encontrábamos en aquella congregación, muy bonita, elegante, alfombrada, los feligreses unos que otros muy atentos, te saludan amablemente, como para que te sientas en casa. Empieza la ceremonia con canticos u alabanzas hacia Dios con plenitud; lo notorio se dio cuando estas canciones no eran de dos o tres minutos, sino más de una hora, con el fondo de una pantalla grande con luces tipo hipnótico (varios colores en movimiento), me causo mareo, y cansancio ocular: lo más cumbre de todo, los aparatos de amplificación pasaban de los 85 decibelios, el sonido retumbaba la sala. “Hasta que al fin ceso”. Para luego anunciar la prédica del Pastor, entre mis adentros dije, voy a aprender algo de una persona que Dios la puso allí para enseñar, tiene que ser un buen ministro sabio como la palabra de Dios, a propósito la Biblia dice: “Yo soy el buen pastor; el buen pastor da su vida por las ovejas” Juan 10-11: También “Todo hombre prudente procede con sabiduría, pero el necio manifiesta necedad” Proverbios 13:16. Cristo por amor se sacrificó por nosotros, así que debemos actuar con mucho tino cuando estamos expresando su palabra en el púlpito.
Empieza la prédica, quizás la poca experiencia en cuanto a oratoria de mensajes bíblicos, ofuscaron la comprensión del mensaje, el caballero que dice ser pastor había elegido un tema, creo no viene al caso nombrar, lo que sí resalto y no se me olvidará nunca, es la actitud gritona del sujeto, con el micrófono en mano, gritaba a todo pulmón cada frase, cada palabra, algunos seguidores que gustan eventos de gritos se levantaban a aplaudir, lo rescatable es que eran pocos, la mayoría educada solo escuchaba. Sí, realmente mis pobres oídos no soportaron y tuve que salir. He ido a otras iglesias, pero esta si me decepcionó por completo. Tendré que pensarlo o pedir guía a mi Señor para encontrar la verdadera doctrina religiosa. Por La libertad de culto que existe en este y en muchos países del mundo, debemos ser tolerantes a cada opinión o mensaje de cualquier ideología creyente. Lo confirma. La Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos, protege los derechos a la libertad de religión y a la expresión,…” Por aquello tanto la ley divina como terrenal no nos manda a gritar, debemos ser coherentes, decorosos, prudentes, apacibles, aptos para enseñar el verdadero amor de Cristo.
Por: Dr. Manuel Díaz Córdova