Elecciones presidenciales 2025
De acuerdo a encuestas, Daniel Noboa y Luisa González medirán fuerzas otra vez por la presidencia de Ecuador
Oficina de redacción de Ecuador News en NY y Quito, con apoyo de Agencias Asociadas
Él va por la reelección y ella por la revancha. El presidente y empresario Daniel Noboa y la abogada Luisa González volverán por segunda vez a medirse en las urnas el domingo 9 de febrero para definir quién gobernará Ecuador por los próximos cuatro años. Las encuestas han vaticinado que son los dos más favorecidos por los votantes.
En el poder desde 2023 y arropado por su bandera de mano de hierro contra el narcotráfico, Noboa es el favorito tras un corto y extraordinario mandato de 18 meses.
En las encuestas también sobresale González, quien por segunda ocasión enfrentará a Noboa con el fin de recuperar el poder para la izquierda ecuatoriana, apadrinada por el expresidente socialista Rafael Correa (2007-2017).
Con Noboa y González al frente de la preferencia de voto pero aparentemente sin suficiente margen para ganar en primera vuelta, podría reeditarse el balotaje de octubre de 2023 cuando el joven empresario recibió el 52% del apoyo.
Para vencer en una sola ronda se debe obtener el 40% de sufragios y una diferencia de al menos 10 puntos sobre el rival más cercano.
En guerra contra el crimen
Deportista, millonario, popular y muy activo en redes sociales, Noboa termina su mandato como uno de los presidentes más jóvenes del mundo con 37 años.
Fue elegido para completar el período de Guillermo Lasso (hasta mayo), quien disolvió el Congreso y dio paso a elecciones anticipadas para evadir la destitución en un juicio político por corrupción.
Amasó apoyos con una espectacular ofensiva contra el narco que incluyó militarización, el inicio de la construcción de cárceles y exhibición de presos semidesnudos lo que le ha valido comparaciones con su homólogo salvadoreño, Nayib Bukele.
También ha sido criticado por organismos de derechos humanos por abusos de la fuerza pública durante los prolongados estados de excepción y la declaratoria de conflicto armado interno.
Según Noboa la mano dura dio frutos y se atribuye haber disminuido la tasa de homicidios del récord de 47 por cada 100,000 habitantes en 2023 a 38 en 2024.
Pero “nada se resuelve en un año”, repite el presidente de discursos cortos y de relación distante con la prensa.
En redes sociales se muestra cercano a la gente, rodeado de mujeres y amoroso con su familia. En diciembre publicó en Instagram un video sobre el proceso del tatuaje de cuatro aves fénix con las que cubrió algunas cicatrices. De fondo se escuchan los retos de su gobierno: seguridad, crisis energética y problemas económicos. “Nos hemos levantado de las cenizas”, reza la leyenda.
El presidente se define a sí mismo de centro izquierda, pero triunfó con el respaldo de parte de la derecha y aplica una economía neoliberal. Hasta su elección, tenía poca experiencia en política.
Probó en las urnas las mieles de su popularidad al conseguir mediante consulta popular la aprobación de nueve de sus 11 propuestas, entre ellas reformas constitucionales como establecer la extradición de ecuatorianos.
Hijo del magnate bananero Álvaro Noboa, cinco veces candidato a la presidencia, el mandatario es sommelier, intentó ser vegetariano, colecciona ajíes y le apasionan los autos y los caballos, de acuerdo con su equipo de prensa.
Nacido en Estados Unidos y graduado de prestigiosas universidades extranjeras, el gobernante católico está casado con la influencer Lavinia Valbonesi, con la que tiene dos hijos. De su primer matrimonio tiene una hija.
Revivir a Ecuador
Ciclista, maratonista y amante de los tatuajes, Luisa González vuelve a correr por la presidencia bajo la sombra de Rafael Correa, un apoyo que parte aguas en el país.
Desde que el gobierno de Ecuador no es socialista “nos sembraron odio y nos sembraron división y polarización porque divididos nos podían dominar y tenernos como hoy: deprimidos, sin nuestros derechos”, dijo la candidata.
La abogada evangélica de 47 años encara continuamente preguntas sobre el peso que en su gobierno tendría Correa, condenado en ausencia a ocho años de cárcel por corrupción. “Yo soy la candidata (…) Quien gobernará será Luisa González”, declaró tajante.
La política lidera el movimiento Revolución Ciudadana, como Correa denominó a su gobierno de 10 años. Junto a la ambientalista y anticorreísta Andrea González, son las únicas mujeres entre los 16 candidatos presidenciales.
“Vamos a revivir a Ecuador”, repite como un mantra en sus mitines.
Sus detractores acusan al gobierno de Correa de haber mantenido alianzas con las mafias que sumen a Ecuador en una violencia sin precedentes.
González es madre de dos varones de 31 y 11 años y sostiene que tiene otros dos “hijos”: sus perros Wanda y Bruno. Fue asambleísta antes de lanzar su primera candidatura presidencial en 2023, cuando ganó la primera vuelta (34%) seguida de Noboa (23%).
Con maestrías en alta gerencia y economía, la abogada ha reconocido que es “controladora” y que lleva años sin pareja. “Tengo una familia que me absorbe y el trabajo es mi pasión”, enfatiza.
Los ecuatorianos van a las urnas
agobiados por la violencia narco
Los candidatos presidenciales se medirán el domingo con un desafío clave: detener la guerra de bandas criminales que se lucran del narcotráfico.
Ubicado en el Pacífico y con una economía dolarizada, Ecuador se convirtió en una apetecida ruta para el tráfico de droga y un centro de acopio del alijo disputado por organizaciones enfrentadas a muerte.
La creciente violencia renovó las preocupaciones en un país que hasta hace unos años era un oasis entre Colombia y Perú, los mayores productores de cocaína.
Los ecuatorianos resienten los estragos de un Estado endeudado (casi 50.000 millones de dólares, 40% del PIB), con una pobreza de 28% y concentrado en financiar la costosa guerra contra el narco.
Entre los 16 candidatos predominan las propuestas encaminadas a apaciguar la nación, que pasó de tener 6 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2018 a un récord de 47 por cada 100.000 en 2023.
La mayoría de encuestas no anticipa una definición en primera vuelta y señalan que habría que esperar hasta el 13 de abril para conocer al futuro gobernante (2025-2029) de este país de 17 millones de habitantes.
Los ecuatorianos ejercerán el voto obligatorio el domingo entre las 07H00 y 17H00 locales (12H00 y 22H00 GMT) para elegir un binomio presidencial, 151 asambleístas y cinco parlamentarios andinos.
En el poder desde noviembre de 2023, el presidente apuesta por la reelección. Con chaleco antibalas y al frente de espectaculares operaciones militares, amasó apoyos como un político de mano dura contra el narco.
En las antípodas, González aspira a ser la primera presidenta electa de Ecuador, con una agenda que promete más seguridad y respeto a los derechos humanos.
Detrás de Noboa y González, se ubica la candidata Andrea González, aunque con amplia diferencia en la preferencia electoral. En los comicios pasados, fue binomio del excandidato presidencial Fernando Villavicencio (centro), asesinado a balazos al salir de un mitin en Quito en 2023.
Aunque sin suficiente apoyo, el indígena Leonidas Iza aspira a dar la sorpresa. Gane o pierda, el poderoso movimiento de pueblos originarios que lidera es una fuerza capaz de derrocar presidentes y acorralar a gobiernos, apuntan analistas.
Maniatado por la Constitución para hacer campaña, Noboa tiene a sus 18 meses de gobierno como carta de presentación. Aunque muy popular, organismos de derechos humanos denuncian que detrás de su plan de seguridad hay abusos. Cuatro niños fueron asesinados y calcinados en Guayaquil tras un operativo militar, en un caso todavía en investigación.
La mayoría «observa con muy buenos ojos la militarización de las calles porque el militar ecuatoriano no es mal visto», a diferencia de lo que sucede en otros países de la región que vivieron dictaduras, sostiene el politólogo Santiago Basabe, de la privada Universidad San Francisco de Quito.
Noboa también enfrentó una crisis diplomática con México por ordenar una incursión armada en su embajada para detener al asilado exvicepresidente de Correa Jorge Glas, así como una inédita sequía que derivó en apagones de hasta 14 horas diarias.
El voto de los indecisos y desencantados
en las elecciones puede ser muy importante
Las elecciones presidenciales de Ecuador se presentan como un escenario complejo y desafiante. Para esta contienda electoral hay 16 binomios, de los cuales al menos 13 son desconocidos para la mayoría de los votantes. Los candidatos y los electores se enfrentan a la incertidumbre, el desencanto y la indecisión, escribió el analista de El Comercio de Quito.
La situación se complica aún más. La oposición critica que un presidente en funciones llegue a los comicios electorales sin pedir licencia para hacer campaña. Los adversarios de Noboa abren interrogantes sobre la equidad del proceso y el riesgo latente a posibles infracciones, en contra del primer mandatario.
Por otro lado, Luisa González, representante del correísmo, genera divisiones entre los votantes, lo que ha polarizado aún más el ambiente electoral.
En este contexto, la existencia de un mayor número de indecisos y desencantados con la política ecuatoriana es comprensible. Al repasar elecciones anteriores se ve que el voto nulo y blanco alcanzó 13%, en la primera vuelta de 2021 y subió a 18%, en la segunda. Esto ocurrió cuando Guillermo Lasso y Andrés Arauz se disputaron el sillón de Carondelet.
Para 2023, tras la fallida gestión de Lasso, ambas votaciones bajaron a 8,5% en la segunda vuelta, entre Daniel Noboa y Luisa González.
Este fenómeno refleja el descontento con las opciones disponibles, pero también una crisis de confianza hacia los candidatos y sus propuestas. En un país, donde es cada vez más difícil contar con un empleo y llegar a fin de mes para cubrir necesidades básicas, la falta de propuestas claras y efectivas puede llevar a un aumento en el número de electores que opten por no decidirse o anular su voto.
La opción del voto nulo o blanco se presenta como una salida para aquellos que se sienten insatisfechos con las 16 alternativas disponibles. El voto nulo es más popular en ciertas regiones del país. Por ejemplo, en las últimas elecciones, una veintena de cantones de la Sierra registraron más del 10% de votos nulos. Esta tendencia indica que un segmento considerable del electorado prefiere expresar su descontento de manera activa en lugar de optar por candidatos que no consideran representativos.
Al analizar los datos históricos, desde 2002, el voto nulo y blanco promedió 11,6%. Sin embargo, este porcentaje sube en contextos donde los votantes se sienten cada vez más desconectados de los partidos y movimientos tradicionales.
La participación electoral también ha fluctuado. El ausentismo ha registrado picos de 35%, en 2002, a 17%, en 2021 y 2023. Estos indicadores también deben tomar en cuenta los candidatos, que estarán en campaña 33 días, hasta la noche del jueves 6 de febrero.
En conclusión, las próximas elecciones presidenciales de Ecuador serán una vez más una oportunidad para expresar la voz en las urnas. Y esto incluye a los ecuatorianos que no se sienten representados por ninguno de los 16 candidatos. En consecuencia, el potencial aumento del voto nulo o blanco no es más que el reflejo de una insatisfacción constante con el sistema político actual.
Presidente Noboa ordena cierre
de las fronteras por tres días
El presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, dispuso el cierre de las fronteras, un día antes y dos después de las elecciones generales del próximo domingo, en las que está postulando de la reelección. Justifica la medida en intentos de desestabilización de grupos armados.
En un escueto mensaje publicado en X, ante Twitter, el mandatario ordenó reforzar la presencia militar en la frontera norte y sur del país “ante los intentos de desestabilización de grupos armados”, sin dar más detalles y sin identificarlos y señaló que la medida estará vigente entre el 8 y el 10 de febrero cuando “las fronteras permanecerán cerradas”.
Las elecciones, a las que se presenta a la reelección para un mandato de cuatro años, son el domingo 9 de febrero. Noboa ha abanderado su política de gobierno en la lucha contra la violencia y desde enero de 2024 está vigente en el país un estado de conflicto armado interno que permite la movilización de militares en tareas de seguridad.
El mandatario también dispuso que los militares tomen el control de “los puertos de manera inmediata” sin dar más explicaciones sobre el motivo de la decisión. Los puertos han sido señalados como puntos de embarque de importantes cantidades de droga, especialmente de cocaína que llega de Colombia, y que tiene como destino Estados Unidos y Europa, entre otros. El año pasado la policía ecuatoriana decomisó unas 294 toneladas de drogas.
La orden se produjo a seis días de la jornada de votación, cuando 13,7 millones de ecuatorianos han sido llamados a la urnas para elegir presidente. .
Aunque el gobernante no aclaró qué grupos amenazan al país, en la frontera colombiana con Ecuador, de unos 700 kilómetros, hay presencia de grupos armados vinculados al narcotráfico y con las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. En la frontera sur, con Perú, de 1.529 kilómetros, se conoce de la presencia de grupos dedicados al contrabando de combustibles y en menor medida al narcotráfico.