REEMPLAZAR AL SER HUMANO
Por: ROSALÍA ARTEAGA SERRANO
Los avances son rápidos, casi inverosímiles, apenas sale una novedad, cuando ya ésta es superada por lo que viene, por los nuevos inventos o la perfección de los anteriores, que frecuentemente nos desbordan, nos hacen pensar que el mundo de la ciencia y la tecnología es infinito.
Desde luego que, desde el descubrimiento del fuego o de la agricultura, las cosas han variado, vinieron las eras diversas, la mecanización de una serie de funciones que antes las desarrollaba el ser humano, y que hicieron pensar en ese reemplazo que mencionamos en el título de este comentario.
Siempre sabíamos que detrás de cada máquina, de cada avance, estaba un ser humano, una mente poderosa que había creado la máquina y que la ponía al servicio de los otros, o que quería usarla para su beneficio, pero que efectivamente tenía que estar direccionada o comandada por la inteligencia, la capacidad, los conocimientos de otros seres humanos.
Sin embargo, ahora, en la era de la inteligencia artificial, del internet de las cosas, de la robótica, se habla de la exasperante y aterradora posibilidad de que las máquinas se desarrollen por sí mismas, que ya no haya necesidad de los comandos para que esa inteligencia artificial, que se alimenta vorazmente de los conocimientos ya generados, pueda modificarse y perfeccionarse a sí misma.
El solo pensarlo nos para los pelos de punta, estremece nuestro ser, porque podría, extrapolando lo que aquí mencionamos, llegar a suplantar al hombre, a quienes hasta ahora hemos comandado el decurrir de la historia, pese a la fuerza de la naturaleza y al avance de la inventiva y creatividad.
Hay quienes hablan ya de ese reemplazo, tal vez la idea esté en manos de desquiciados científicos y empresarios de la ciencia, quienes no ponen un coto ni una medida a sus ambiciones, pero nosotros pensamos que siempre las capacidades humanas sobrepasarán a las de las máquinas, porque somos capaces de emociones y de sentimientos que ni por asomo serán patrimonio de las máquinas.