Conviene más donar que destruir la comida que sobra en Ecuador
EL UNIVERSO (Guayaquil) Conviene más donar que destruir la comida que sobra en Ecuador
La mayor parte de los comestibles y bebidas que son distribuidos a través de los bancos de alimentos creados en el país provienen del sector industrial.
Estos son productos aptos para el consumo humano, pero con fallas por lo que no cumplen las características para estar en percha, incluyendo los que están próximos a caducar.
Hay exenciones tributarias como incentivo de estas donaciones. El objetivo es reducir el desperdicio en un país en el que se pierden 939 mil toneladas métricas al año de alimentos en las etapas de producción, cosecha y almacenaje, según un estudio de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés). El dato no incluye el desperdicio en las etapas de comercio y consumo.
Lo perdido está valorado en unos $ 334 millones y con ello se alimentaría a 1,5 millones de personas, según la FAO.
El art. 54 de la Ley de Régimen Tributario Interno indica que las donaciones a las instituciones de carácter privado sin fines de lucro, legalmente constituidas, no están gravadas con el impuesto al valor agregado (IVA).
Además, estos productos donados pueden ser parte del gasto deducible de las empresas, por lo que no entran en el cálculo para el pago del impuesto a la renta, si se donan a instituciones sin fines de lucro, al igual que a las entidades del sector público incluyendo las firmas estatales.
Pero hay que cumplir un procedimiento para dar de baja del inventario a esa producción. El art. 28 del reglamento para la aplicación de la Ley de Régimen Tributario Interno dice que “las pérdidas por las bajas de inventarios se justificarán mediante declaración juramentada realizada ante un notario o juez”.
La norma señala que en el acto de donación estará el representante de la institución beneficiaria y el del donante. Los notarios tienen que entregar la información del proceso al Servicio de Rentas Internas (SRI).
Hugo Mejía, experto en materia tributaria, indica que “en cualquier industria, la destrucción o la donación del material o el producto de venta se debe hacer ante un notario para confirmar que hay una merma del tanto por ciento del producto vendido para aumentarlo al gasto deducible”.
El costo de estos servicios notariales es variable. Si se hace como acta de constatación cuesta $ 441,28, pero si se requiere la declaración de baja de inventario (que es lo que se solicita para la deducción de impuestos), el precio depende de la cuantía de lo que se va a destruir o regalar.
“Esto es variable, una cosa es hacer un acta de destrucción de bienes por $ 100.000 y otra por una con bienes que cuestan un millón de dólares, hay una tabla”, dice Humberto Moya, Notario 38 del cantón Guayaquil.
Unas 50 industrias proveen al Banco de Alimentos Diakonía creado en Guayaquil en 2011, según Luis Salvador, vicepresidente de la Cámara de Industrias de la ciudad.
Sin embargo, estas donaciones no se dan todo el tiempo, ya que dependen del proceso de producción y la estacionalidad de cierta materia prima.
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