Esta elección se dio en función de una nueva mayoría de oposición compuesta por la bancada de Unes, el Partido Social Cristiano (PSC), el ala rebelde de Pachakutik (PK) y disidentes de la Izquierda Democrática (ID).
En NotiMundo A La Carta, Ramiro Rivera, analista político, enfatizó en la debilidad institucional que tiene el Legislativo y en la desventaja que representa para el presidente Lasso esta denominada “nueva mayoría”.
El analista político, Ramiro Rivera, afirmó que las agendas de las fuerzas políticas del Parlamento son diferentes. Por ejemplo, recalcó que el correísmo tiene una agenda de debilitar al Gobierno, alcanzar el poder de otras funciones del Estado, destituir a los miembros del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) y de provocar el fracaso total del Ejecutivo.
“Habría que esperar que la Asamblea esté a la altura de lo mínimo, pero si se dedica a la bronca, a la pelea y a bloquear toda iniciativa del Ejecutivo, el triste resultado será una sociedad que se va deslegitimando cada vez más y que el parlamento tenga el nivel más bajo de calificación y de simpatía de la opinión pública”, dijo Rivera y recalcó que al Gobierno le falta un equipo político, un pasamiento y una estrategia.
Para Rivera, es altamente probable que la Asamblea se mueva entre la ceguera y el afán del proceso electoral del 2022, esto con relación a los proyectos de ley que están pendientes de calificar y a la falta de respaldo de las propuestas que, hasta el momento, ha enviado el Primer Mandatario. “El Gobierno nunca tuvo una mayoría, ningún proyecto que ha presentado tuvo oído del Parlamento”, recordó.
El analista Ramiro Rivera, mostró su descontento con la clase política del país y explicó que en el Ecuador solo se conforman dos bloques: el del Gobierno que, con frecuencia es minoritario y, el mayoritario que tiene el único objetivo de que el Ejecutivo fracase, “por eso el Ecuador no sale adelante”, señaló.
Finalmente, precisó que el problema de raíz es un “diseño institucional perverso”. Mientras no haya un nuevo sistema político, un nuevo sistema electoral que apuntale a un Gobierno con una presencia mayoritaria importante, “no vamos a salir adelante, la única certidumbre del sistema político ecuatoriano es su crónica inestabilidad”, sostuvo.
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