Condenado por matar a 4 mujeres
Ex agente de la Patrulla Fronteriza en Texas
Un ex agente de la Patrulla Fronteriza que confesó haber matado a cuatro trabajadoras sexuales en 2018, fue declarado culpable la semana anterior, luego de que el jurado escuchara grabaciones en las que decía a los investigadores que estaba tratando de “limpiar las calles” de su ciudad natal del sur de Texas.
Juan David Ortiz, de 39 años de edad, recibe una sentencia automática de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, porque los fiscales decidieron no buscar la pena de muerte.
Ortiz, supervisor de inteligencia de la Patrulla Fronteriza en el momento de su arresto, fue acusado de matar a Melissa Ramírez, de 29 años, Claudine Anne Luera, de 42, Guiselda Alicia Cantú, de 35, y Janelle Ortiz, de 28. Sus cuerpos fueron encontrados a lo largo de caminos en las afueras. de Laredo en septiembre de 2018.
Durante el juicio, los miembros del jurado escucharon la confesión de Ortiz durante una larga entrevista grabada con los investiga- dores. Ortiz les dijo que había sido cliente de la mayoría de las mujeres, pero también expresó su desdén por las trabajadoras sexuales, refiriéndose a ellas como “basura” y “muy sucias” e insistiendo en que quería “limpiar las calles”.
Tras el veredicto, los familiares de las víctimas se encararon al hombre tratando de obtener alguna respuesta de arrepentimiento. La cuñada de Ramírez, Gracie Perez, dijo que ella era «una persona cariñosa, amable y divertida».Y le gritó a Ortiz que los corazones de los hijos de Ramírez ahora están rotos.
“¿Sabes cuánto dolor le has causado a esta familia?” expresó. “Se me parte el corazón sabiendo que no podré verla sino visitarla en el cementerio”, dijo.
Los abogados defensores dijeron que Ortiz fue inducido indebidamente a hacer la confesión y que no debería ser considerada. El abogado defensor Joel Pérez argumentó que Ortiz, un veterano de la Marina que había sido desplegado en Irak, sufría de trastorno de estrés postraumático, padecía insomnio, pesadillas y dolores de cabeza, y estaba medicado y había estado bebiendo la noche de los hechos.
Por su parte, los fiscales dijeron a los miembros del jurado que se trataba de una confesión legal proporcionada por un alto funcionario policial, educado, que no sufría un colapso mental.
La penúltima
Erika Peña testificó que Ortiz la recogió la noche del 14 de septiembre de 2018 y que tuvo un mal presentimiento cuando él le refirió que él había sido la «penúltima persona» en tener relaciones sexuales con Ramírez, cuyo cuerpo había sido encontrado una semana antes. Erika agregó que él le confió que estaba preocupado de que los investigadores encontraran su ADN en el cuerpo de la occisa.
“Me hizo pensar que él era quien podría haber estado asesinando a las mujeres”, dijo Peña, de 31 años, al jurado.
Peña escapó de su camioneta en una estación de servicio después de que él le apuntó con un arma, y ella corrió directamente hacia un policía estatal que estaba reabasteciendo su vehículo. De inmediato Ortiz se dio a la fuga.
Las autoridades rastrearon al hombre hasta el estacionamiento de un hotel en la madrugada del 15 de septiembre de 2018 y fue arrestado.
El capitán Federico Calderón, del Departamento del Sheriff del condado de Webb, testificó que los oficiales que arrestaron a Ortiz sabían sobre los asesinatos de Ramírez y Luera, y mientras lo perseguían después de la fuga de Peña, se enteraron de que se había encontrado un tercer cuerpo, luego identificado como el de Cantú. Pero Calderón dijo que no fue hasta la confesión de Ortiz que supieron que Janelle Ortiz había sido asesinada.
Disparos mortales
La médico forense del condado de Webb, Corinne Stern, testificó que Ramírez, Luera y Janelle Ortiz recibieron disparos mortales, mientras que Cantú, quien recibió un disparo en el cuello y murió de un traumatismo contundente en la cabeza.
Las balas recolectadas en las escenas del crimen provenían de la misma arma y coincidían con el arma encontrada en la camioneta de Juan David Ortiz, testificó un experto en balística.
Ortiz sirvió en la Marina de los EE. UU. durante casi ocho años, hasta 2009, ocupó una variedad de puestos médicos y sirvió un destacamento de tres años con los Marines.
Dejó el ejército hace nueve años y se convirtió en agente de la Patrulla Fronteriza, como muchos otros en esta ciudad en el sur de Texas. Él y su esposa estaban criando dos hijos. Los vecinos lo veían ir y venir e intercambiaban saludos.
Pero nadie en Laredo podría haber imaginado que algún día Ortiz sería descrito como un asesino en serie.
Mientras las familias de las mujeres lloran, el ex agente fue encarcelado con una fianza de $ 2.5 millones y puesto bajo vigilancia suicida.
¿Más víctimas?
El caso conmocionó a la comunidad fronteriza y desconcertó a los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, que están tratando de restaurar la fe en los agentes de la Patrulla Fronteriza y otros oficiales locales.
“Hemos estado buscando la verdad y la justicia para estas víctimas”, dijo el fiscal de distrito del condado de Webb, Isidro Alaniz. “Con suerte, aunque el motivo no es un elemento del crimen de asesinato, podremos tratar de reconstruir lo que estaba pasando en la mente de este asesino acusado y por qué lo hizo”.
Un portavoz del Departamento de Seguridad Pública de Texas dijo que las autoridades seguían investigando, pero que en este momento no tenían indicios de que hubiera otras víctimas.
La mayoría de las personas en Laredo tienen un amigo o pariente en la Patrulla Fronteriza, que es responsable de monitorear el Río Grande, el río que separa los EE. UU. y México y serpentea a lo largo de los bordes sur y oeste de Laredo. Incluso aquellos que se oponen a un muro fronterizo o a las duras políticas de inmigración, suelen hablar favorablemente de los agentes que conocen.
“No podía creerlo”, dijo Colette Mireles, la hermana de Claudine Luera, una de las víctimas.
“Estábamos pensando en otra persona, pero lamentablemente no, en un agente”, dijo Mireles. “Pero no podemos responsabilizar a la Patrulla Fronteriza… por actos atroces que alguien cometió por su cuenta”.
La jefa de la Patrulla Fronteriza, Carla Provost, asignó esta semana a un nuevo agente jefe interino para su sector de Laredo, que ha visto a dos agentes acusados de asesinato este año.
Ortiz se unió a la agencia en agosto de 2009, primero en el pequeño pueblo de Cotulla y luego en Laredo. Ascendió a un puesto de supervisión y al mismo tiempo obtuvo una maestría en 2013 de la Universidad de St. Mary en San Antonio.
Una semana después de su arresto, pocos indicios han surgido para explicar lo sucedido.
Los registros muestran que Ortiz y su esposa compraron su casa hace aproximadamente un año. Varios vecinos dijeron que sabían poco sobre el hombre ahora acusado de un crimen que atrajo la atención internacional.
Los fiscales publicaron publicaciones en Facebook que supuestamente Ortiz escribió antes de entregarse en un enfrentamiento con la policía. Uno dice: “Doc Ortiz se retira. Despedida.» El otro dice: “A mi esposa e hijos, los amo”.
ACTUALIDAD
Juan José Marian y agencias asociadas
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