Familia de fotógrafo chileno exige justicia por su muerte hace casi 20 años en Ecuador
La familia del fotógrafo chileno Julio García exigió verdad, justicia y memoria en la víspera de la audiencia pública que iba a reunir a testigos, peritos y también a representantes legales del Estado ecuatoriano, que explicarán los hechos acontecidos durante las protestas del 19 de abril de 2005 en Quito, en las que perdió la vida.
Tras casi dos décadas de la muerte, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) convocó para este martes a la «Audiencia Pública del Caso García Romero y Otros vs Ecuador» en Costa Rica.
Algunos de los hijos de García comparecieron en rueda de prensa junto a Inredh, organización en defensa de los Derechos Humanos, y el Centro de Derechos Humanos de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, quienes repre- sentarán a las víctimas en el proceso. «Al fin va a haber un juicio en donde esperamos que el Estado asuma y reconozca su responsabilidad en el asesinato de mi papá», expresó en rueda de prensa Isadora, hija de García.
Luis Saavedra, miembro de Inredh, explicó que Julio García murió asfixiado por el exceso de gases lacrimógenos que lanzó la policía nacional de Ecuador para tratar de repeler las movilizaciones que tuvieron lugar en Quito y que fueron conocidas como la «rebelión de los forajidos», durante el Gobierno de Lucio Gutiérrez.
Isadora aprovechó la ocasión para exigir una «investigación completa, que sea imparcial y que sea efectiva» para poder esclarecer cuáles fueron las circunstancias de la muerte de su padre.
También, reivindicó la importancia de adecuar la normativa interna de Ecuador a los estándares internacionales en lo que respecta a los Derechos Humanos para poder garantizar protestas, así como regular el uso excesivo de la fuerza.
«Es importante disponer medidas de capacitación que estén dirigidas a los cuerpos de seguridad para que actúen, que son quienes actúan con mucha violencia en el contexto de las manifestaciones y las protestas», instó Isadora.
Asimismo, reclamó al Estado ecuatoriano que la memoria de su padre esté presente en el ámbito social del país por medio de su archivo fotográfico y audiovisual para que pueda ser útil en procesos de investigación o para fines estudiantiles.